Quizá pienses que ya dominas todos los prototipos de coches que los concesionarios de Los Santos pueden ofrecerte, pero lo cierto es que solo hay una forma de convertirse en un profesional en el arte de las carreras de coches voladores, jetpacks y vehículos sumergibles.
Vence a los mejores en esta nueva entrega de diabólicas carreras de vehículos especiales para el Imponte Deluxo, el Ocelot Stromberg y el Mammoth Thruster, y no te quedará nada por demostrar.
A continuación, encontrarás un resumen de las nuevas carreras de vehículos especiales en las que puedes participar junto con sus enlaces para marcarlas como favoritas en el Social Club y poder acceder a ellas de forma fácil y rápida:
Carreras para el Imponte Deluxo
Sobrevolar el estadio. Todo el estadio está de pie esperando el final más estadounidense posible: un espectáculo aéreo de deportivos volando bajo.
Carrera en Raton. Raton Canyon es un terreno escabroso que hace que cualquier adicto a la adrenalina con sangre en las venas vaya por sus botas para escalar… o a por las llaves de su coche volador.
Llegar a la cima. Ya sea que estés manejando, surfeando sus olas, sobrevolando sus montañas o haciendo todo lo anterior con tu Deluxo, no hay nada como la costa de San Andreas.
Tecno. Esta no es una noche cualquiera en Los Santos. Si ves que tu coche despega y empieza a volar, es algo tan real como los túneles psicodélicos y los anillos de fuego.
Carreras para el Ocelot Stromberg
Espuma de mar. A medida que vaya apareciendo un laberinto submarino repleto de minas navales, intenta recordar que cada segundo que te quedes paralizado por el terror se restará del tiempo de la vuelta.
El Kraken. Te lo advertimos de antemano: si alguna vez has ingerido calamares echados a perder, es posible que esto no sea para ti.
Vértigo. Todos los pilotos profesionales saben que, cuando de repente se quedan sin pista y salen disparados hacia la estratosfera con el océano como única pista de aterrizaje, deben mantener el dedo sobre el botón del modo sumergible.
Carreras para el Mammoth Thruster
Vinewood desde arriba. Bienvenido a la vida de altos vuelos: el resplandor de los neones de la ciudad, el brillo de la señal de Vinewood desde las colinas, el rugido de los 450 kg que llevas a la espalda y la promesa de una terrible colisión en el aire.
Chiliad en bajada. Estás sobrevolando la cima del monte Chiliad y, de repente, vas directo hacia un acantilado con poco combustible para cohetes y el consuelo de que al menos tendrás una gran anécdota que contar.
Desafío de FlyLo. La tasa de supervivencia en un túnel de carretera de Los Santos en hora punta solo sería más baja si todos los conductores encabronados salieran de sus coches para usar un potente jetpack, aunque eso jamás ocurriría.
