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Wild Hearts

Resumen

Wild Hearts es una reinterpretación del género de caza, en donde la tecnología te da la oportunidad de luchar contra gigantescas bestias fusionadas con el feroz poder de la naturaleza.

Si de cazar grandes monstruos se trata, sin duda el referente número uno es la saga de Monster Hunter. Sin embargo, EA junto con los desarrolladores de la serie Dynasty Warriors nos traen un título con la intención de agregarle nuevos elementos a este tipo de juegos, sin duda con la intención de marcar su propio camino y convertirse en referentes y en una competencia directa con el rey del género.

Historia

El juego se desarrolla en la tierra de Azuma, la cual está fuertemente basada en un Japón feudal con unos toques de fantasía. El problema surge gracias a unas bestias gigantes llamadas Kemono. Estos animales están fusionados con la naturaleza y el ambiente a tal grado que pueden cambiar el ecosistema y amenazar la supervivencia de la humanidad. Nuestro deber como cazadores es eliminarlas.

El elemento clave es el manejo de los Karakuris, inventos mecánicos que podemos invocar tanto fuera como dentro del combate y que van a ser lo que marque la diferencia en esta entrega.

Si bien la historia puede sentirse un poco genérica, sirve para acompañar y darle cierta estructura a lo que realmente hace destacar a Wild Hearts, su jugabilidad y combate.

Gameplay

Wild Hearts comienza con un tutorial en el que enfrentamos a un Deathstalker. En cuanto nos sintamos cómodos con la jugabilidad y los controles nos van a llevar a una pantalla de creación de personajes bastante completa. Una vez tengamos nuestro cazador, debemos elegir entre cinco armas, las cuales podremos ir mejorando a medida que avancemos en el juego. Más tarde se nos permite elegir entre otras tres, dándonos un total de ocho opciones de combate.

Podemos enfrentarnos a los Kemono solos o acompañados en el modo cooperativo. Por supuesto que jugar con otros cazadores reduce bastante el reto que nos presenta eliminar a cada bestia.

Wild Hearts no tiene precisamente un mundo abierto, son más bien zonas bastante grandes con distintos biomas en las que podemos elegir entre cumplir misiones o simplemente recorrerlas, recolectar objetos y cazar lo que nos vayamos encontrando en el camino. Estos objetos pueden utilizarse para fabricar o mejorar armas y armaduras. Algo a destacar es la posibilidad de deshacer las mejoras en nuestra arma y recuperar los materiales utilizados, se agradece principalmente al principio, cuando uno aún está decidiendo qué camino tomar en cuanto al estilo de combate.

Como dijimos antes, lo que hace destacar al juego son los “Karakuris”, una tecnología antigua con cierta similitud a las construcciones del Fortnite que nos va a ayudar a lo largo de nuestra aventura.

Hay tres tipos de Karakuris, algunas nos permiten explorar áreas y combatir Kemonos, otras nos dan protección y mejoras de daño, y las otras funcionan como armas especiales.

Esta característica es excelente para evitar que el juego se vuelva repetitivo. Podremos ir modificando los mapas con cañones, tirolesas y plataformas para movernos con mayor facilidad y armar nuestros propios recorridos. Además, las construcciones le dan un toque único a cada combate, ya no es sólo cuestión de esquivar, golpear y volver a esquivar.

La dificultad no es configurable y por momentos puede ser muy desafiante.

Gráficos

El diseño de los Kemono es una maravilla, claramente basados en la mitología japonesa y en su propia historia y relación con el bioma. Además todos cuentan con fortalezas, debilidades, patrones de ataque y partes amputadas del cuerpo, dándole una sensación de progreso al combate. Si bien los gráficos podrían tener algunas mejoras, el arte del juego es espectacular tanto los entornos como las criaturas y personajes.

Wild Hearts nos permite hacer foco en los gráficos o en el rendimiento. Podemos elegir si preferimos jugar a 60 FPS o ver hasta el último detalle de las texturas. El diseño artístico de los distintos biomas es espectacular, pero se ve bastante afectado si elegimos la opción de priorizar el rendimiento.

Por otro lado, los requisitos recomendados son bastante elevados y al menos en Argentina no representan una pc que cualquiera pueda tener.

  • SO: 64 bit Windows 10
  • Procesador: Intel Core i7-8700K / AMD Ryzen 5 3600
  • Memoria: 16 GB de RAM
  • Gráficos: GeForce RTX 2070 (VRAM 8GB) / Radeon RX 5700 XT (VRAM 8GB)
  • DirectX: Versión 12
  • Red: Conexión de banda ancha a Internet
  • Almacenamiento: 80 GB de espacio disponible
  • Tarjeta de sonido: 16bit/24bit 48kHz WAVE format Stereo/Surround (5.1ch/7.1ch)/Spatial sound (headphone/speaker)

Conclusión

Wild Hearts es comparable con Monster Hunter desde el vamos, sin embargo, sabe diferenciarse en cuanto a estilo artístico y nuevas mecánicas, las cuales sin duda volveremos a ver en una próxima entrega o en algún otro juego que las tome como referencia. Hace un gran trabajo a la hora de hacer más dinámico y entretenido el bucle eterno de farmear, mejorar el equipo, buscar un Kemono y cazarlo. Si bien la historia es un tanto genérica, cumple con su objetivo de darnos un trasfondo para ubicarnos en ese mundo y disfrutar de los combates y la exploración de los distintos biomas.

Agradecemos a EA por suministrar un código para su reseña.

  • Diseños de los Kemono.
  • Apartado artístico.
  • Combate dinámico y desafiante.
  • Sistema Karakuri.

Lo Malo

  • Historia genérica.
  • Algunos bugs visuales.

Resumen

Wild Hearts es una reinterpretación del género de caza, en donde la tecnología te da la oportunidad de luchar contra gigantescas bestias fusionadas con el feroz poder de la naturaleza.

REVIEW OVERVIEW

Gráficos
80 %
Gameplay
90 %
Música/sonido
80 %
Historia
70 %
Lucas Scarpitta
Lucas Scarpittahttps://tecnogaming.com/
Diseñador gráfico y web, siempre actualizado con la tecnología y los videojuegos. El Game Design también es mi pasión.
Wild Hearts es una reinterpretación del género de caza, en donde la tecnología te da la oportunidad de luchar contra gigantescas bestias fusionadas con el feroz poder de la naturaleza.Wild Hearts