¿La última aventura de Kratos te voló la cabeza? ¿Te quedaste con ganas de luchar con todos los dioses nórdicos? ¿Terminaste de ver la última temporada entera de Vikingos y sentís ese vacío? A continuación te dejamos juegos con la misma temática y calidad.
The Banner Saga
Directamente desde las venas de juegos clásicos como Shining Force, Fire Emblem o Final
Fantasy Tactis, The Banner Saga es un juego de rol táctico con elementos de supervivencia
editado en el año 2014.
La historia transcurre en un mundo inspirado en la mitología vikinga donde habitan pacíficamente los humanos y unas criaturas gigantes con grandes cuernos llamadas varl. Pero todo se complica cuando una antigua raza guerrera, los dredge, regresan a la tierra para destruirlos a todos. A partir de ese momento es nuestra responsabilidad guiar a un grupo de luchadores y supervivientes hacia un lugar más seguro.
La historia, hasta aquí es bastante tradicional. Pero 3 elementos destacan a este juego por
sobre los demás.
1. La ambientación nórdica: a lo largo de nuestro viaje distintas referencias a los dioses
vikingos, y estos a la vez nos otorgarán objetos que nos ayudarán en la batalla. Cada dios tiene una historia particular que será relatada cuando nos encontremos con sus monumentos en el camino. Los vikingos son un pueblo solemne con ellos mismos y con sus dioses, y esto será algo que nos acompañará a lo largo de toda la aventura.
2. La toma de decisiones: a lo largo del juego no solo tendremos que enfrentar batallas contra los dredge, sino también las necesidades de nuestra caravana tales como el hambre, el cansancio o el humor. Mientras más personas se sumen a nuestro grupo más luchadores
tendremos pero, a la vez, más problemas con los que lidiar. Y no la tendremos fácil: a veces tendremos que lidiar entre dividir a nuestro grupo para conseguir comida y arriesgarnos a ser atacados o seguir juntos en la espera de encontrar algún pueblo que nos provea.
El juego nos plantea decisiones donde no siempre hay una respuesta correcta, y nuestras acciones tendrán efectos a lo largo del juego. Sobre todo en la decisión hacia el final de The Banner Saga 1, que tiene una enorme influencia en The Banner Saga 2.
3. El combate: las luchas son muy complejas. Controlamos personajes con habilidades muy diversas, desde los Varl que atacan con sus hachas sin piedad, hasta arqueros con poca defensa pero gran alcance. Si un personaje muere en batalla, no podremos recuperarlo.
Esto hace que pensemos cada movimiento y cada acción contra enemigos que se vuelven más fuertes a medida avanza la historia. The Banner Saga es una trilogía que está a punto de ser completa este 2018 con su tercera y última parte. Pueden conseguir las primeras dos partes aquí y aquí. Y preodenar la última aquí.
Jotun
Thora es una guerrera que ha tenido una muerte deshonrosa y deberá probar su poder ante los dioses para poder entrar al Valhalla. A lo largo de nuestro viaje por Ginnungagap (el purgatorio vikingo) deberemos atravesar 5 áreas y probar nuestro valor. Una vez vencidos a los gigantes de cada nivel, podremos demostrar si somos dignos de un lugar junto a los dioses vikingos.
El gameplay es sencillo, solo tendremos a nuestra disposición nuestra hacha con la cual
podremos hacer ataques sencillos, revolear nuestra arma o esquivar ataques enemigos. Eso es todo. Eventualmente podremos acceder a poderes especiales de los dioses que nos otorgarán más ataque, defensa o curación. Para esto es necesario visitar los diferentes monumentos ocultos en los 5 niveles. Así nos encontraremos con Thor, Freya, Loki o Heimdall. Cada uno, nos otorgará un poder distinto.
A medida que venzamos a los gigantes iremos reconstruyendo la historia de Thora y el por qué hoy está en el lugar donde está.
Jotun es un juego indie, simple, pequeño pero muy entretenido. Las batallas son desafiantes y pueden tomarnos varias horas vencer los diferentes bosses. La historia está perfectamente contada y quedará en nosotros guiar a Thora al Valhalla o librarla al olvido sin honor ni gloria.
Hellblade: Senua’s Sacrifice
Hellblade es uno de esos juegos que salen muy de vez en cuando y que están destinados a
patear el tablero en la industria de los videojuegos. No solo por su temática, que ahora
explicaremos, sino porque es un juego desarrollado de manera independiente pero que
está, en todos los apartados (gráfico, narrativo, estilístico, visual), al mismo nivel que un juego tanque cabeza de cartel de las productoras más grandes del mundo.
¡Atención! Este juego es una experiencia sensorial extraordinaria. Si lo jugamos con
auriculares, puede llegar a ser algo bastante perturbante y esquizofrénico. Porque justamente, nuestra heroína, Senua, es una joven guerrera que sufre esquizofrenia. Y todas las voces que ella escucha, las escuchamos nosotros. A veces las voces nos ayudan, otras nos asustan, confunden, gritan, piden ayuda y nos aterrorizan.
Senua viaja al infierno para recuperar a su amado que ha muerto y está en manos de la diosa vikinga Hela. En este viaje enfrentaremos a jefes oscuros y paisajes aun más oscuros. Paisajes también hermosos, pero rodeados de muerte. Enfrentando unos ingeniosos puzzles iremos avanzando por zonas donde los enemigos brotan constantemente.
De este juego se puede decir muchísimo más, como que recibió toneladas de premios, entre ellos la de mejor actuación de la actriz que interpretó a Senua. También de la calidad gráfica, muy exigente si se quiere disfrutar el juego en óptimas condiciones.
Hellblade es una cátedra sobre cómo construir una aventura enmarcada en la mitología
nórdica, con un toque particular, un personaje interesante y, sobre todo, una de las más
grandes historias jamás contadas en un videojuego.
Recomiendo
- Jugar con auriculares.
- Jugar de noche para reforzar el clima de opresión y tensión.
- Dejarse llevar por la historia de Senua, el cierre de la historia será muy satisfactorio.
No recomiendo
- No jugar a esta obra maestra del gaming contemporáneo.
Estos fueron los 3 juegos que recomendamos si te quedaste con ganas de más luego de God of War (2018). No son ni mejores ni peores, son distintos en su categoría y con su toque distintivo.
Ahora te toca a ti decirnos, ¿cuál te gustó más?