La nueva generación de tarjetas gráficas Radeon RX Serie 6000 ha llegado a Tecnogaming donde se basan en la arquitectura AMD RDNA 2 proporcionando hasta el doble de rendimiento y un desempeño por watt hasta 54% superior en comparación a las tarjetas basadas en RDNA.
En esta oportunidad de la mano de Gigabyte, analizamos su Radeon RX 6800 XT en todo su esplendor, mira los detalles y grado de desempeño en este artículo.
Su presentación resulta simple pero contundente, en su portada ya se pueden apreciar varias de sus funciones destacándose su orientación al gaming en 4K con 16GB de memoria, PCIe 4.0, RGB y edición con overclock (aumento de frecuencias para mejorar el rendimiento). Damas y caballeros, con ustedes la Radeon RX 6800 XT.
La primera impresión deja al descubierto que se trata de una solución gráfica masiva solo para entendidos, para quienes desean exprimir al máximo su placa de video para obtener promedio de fps elevados y a su vez trabajar en creación de contenido con todas las letras. Los 16GB ayudan bastante para este último caso. Ahora bien, con una estructura de refrigeración avanzada y estrepitosa, Gigabyte opta nuevamente por su sistema WINDFORCE 3X que cuenta con tres ventiladores de cuchilla únicos de 80 mm, giro alternativo, seis heatpipes de cobre compuestos con contacto directo al GPU (a través de su base de cobre), cuyo ecosistema apunta a mejorar de forma eficiente la disipación de calor.
Sin dudas Gigabyte propone e integra componentes ultra durables en todo lo ancho y largo de la RX 6800 XT que junto a su sistema de refrigeración con tres ventiladores (con nano lubricante de grafeno para prolongar su vida útil) tenemos un modelo muy competitivo y duradero para que soporte los altos niveles de estrés tanto del GPU como de las memorias en juegos y aplicaciones demandantes. Y si la temperatura no supera cierto valor, los mismos se apagan generando así un silencio absoluto de trabajo.
Sus medidas son de 286 x 118 x 58 mm por lo cual ocupa bastante espacio y requiere tres ranuras de expansión para su correcta instalación. Por lo tanto tengan en cuenta cómo y en qué tipo de gabinete piensan instalarla.
La parte del logo de Gigabyte es completamente RGB por lo cual se pueden ajustar los colores y efectos de iluminación especiales, e incluso sincronizarlos con otros dispositivos AORUS.
Indudablemente cuenta con una estructura sólida con una placa posterior de metal para reforzar y evitar que se doble el PCB.
Presenta en el extreme superior los dos conectores de alimentación de 8 pin PCIe por lo que se recomienda tener una fuente de 750/700W ya que su TDP oscila en los 300W, más está edición que tiene OC. Pero a no desesperarse, se integran Mosfets de alta calidad para sostener las más altas exigencias energéticas.
En el centro de la parte superior, se ubica tímidamente un switch de «Dual Bios» con dos modos: uno silencioso para proporcionar una experiencia sin ruidos desafiantes, y otro modo OC (predeterminado) para mejorar e incrementar los resultados de la tarjeta. Una vez hecho el cambio, se requiere reiniciar el sistema.
Este modelo en particular ofrece dos salidas de video HDMI y dos de DisplayPort (DP). El resto lo ocupan las rejillas de ventilación, que de plano insinúa que el flujo de la salida de calor va a ser intenso. Soporta hasta cuatro pantallas conectadas a la vez.
En funcionamiento
La iluminación RGB en esta ocasión es sútil, solamente el loco de la compañía iluminado en la RX 6800 XT Gaming OC 16G. Por medio del RGB Fusion 2.0 se pueden configurar diferentes efectos de iluminación y colores para que la misma se luzca dentro del gabinete. Además, si tienes otro componente AORUS lo puedes sincronizar.
Plataforma de pruebas
- Intel Core i9 10900K
- HyperX Predator RGB 64GB Kit DDR4-3600
- AORUS Z490 Master
- Noctua NH-D15 chromax.black
- WD Green SSD 240GB
- Sistema operativo: Windows 10 Pro
- Fuente de poder: Thermaltake Smart M1200W
Nota: las pruebas se realizan en un monitor de 1920 x 1080 (144Hz) y otro de 4K. Utilizamos los últimos controladores de Radeon Software Adrenalin 2020 disponibles para esta reseña. Se encuentran en nuestra sección de descargas.
Información
Se revelan interesantes características en el GPUz sobre el GPU de AMD Radeon Navi 21 con proceso de fabricación de 7 nm. Presenta elevadas frecuencias de operación por encima de los 2200 MHz para el GPU en modo Boost o de 2045 MHz por defecto, muy superiores a lo que podemos apreciar en un modelo de referencia de RX 6800 XT (desde 2015 MHz).
Es compatible con PCI-E 4.0 16x y emplea memoria GDDR6 a 2000 MHz con un ancho de banda de 256-bit y un ancho de memoria de 512 GB/s formando su capacidad de 16 GB, suficiente para los juegos actuales en 4K.
Con Shading Units 4608, TMUs 288, ROPs 128, Compute Units 72, RT Cores 72, integra la nueva tecnología AMD Infinity Cache (128 MB) que brinda hasta 2.4 veces más ancho de banda por watt frente a los diseños de arquitectura basados en RDNA que utilizaban solo memoria GDDR6.
Respecto al OC, presenta una muy buena capacidad donde a través del AORUS Engine podemos manipular las frecuencias de GPU y memorias, el incremento energético y revoluciones del ventilador. Con pequeños incrementos, podemos lograr mejorar el desempeño del GPU con más de 2500 MHz aunque las memorias en este caso son más susceptibles a los cambios, ya que no ha resultado del todo estable dejando los valores por defecto de como vienen de fábrica en Gigabyte.
Pruebas de rendimiento
Comenzamos con el 3DMark, por el apartado del FireStrike en sus variantes diferentes de configuración gráfica. La RX 6800 XT logra posicionarse de forma contundente con un excelente rendimiento igualando a la RTX 3080 Xtreme de Gigabyte. En este segmento queda muy por encima de una RTX 3070 Founders Edition y tanto en Extreme como en Ultra deja una impronta destacada. Para alta calidad en 2K o 4K, la Radeon tiene las herramientas y capacidad para sostenerlo.
Continuando con el Time Spy (DX12), su desempeño es competitivo en los diferentes escenarios. Ahora se por debajo de la RTX 3080 Xtreme pero superando a la RTX 3070 FE aunque en Port Royal (ray tracing en tiempo real) queda relegada por encima de una RTX 3060 Ti. Si bien mantiene un poder menor al visto en FireStrike en este tipo de segmento, demuestra que AMD va por el camino correcto.
Llega el turno del Unigine Superposition con gráficos en tiempo real descomunales, haciendo uso intensivo tanto del GPU como de la VRAM. En los tres tipos de resoluciones 1080p, 4K y 8K la RX 6800 XT se comporta con total soltura y eficacia ubicándose por encima de la RTX 3070 FE y bastante lejos de la 3080 Xtreme. En general la experiencia deja una muy buena impresión demostrando el gran nivel que tiene la RX 6800 XT en escenarios complejos, especialmente cuando se eleva la resolución al máximo disponible. Con 16GB de VRAM, el manejo de texturas de alta calidad no sería un problema.
Con OC de fábrica e incluso si mejoramos las frecuencias un poco más deja en claro el techo de esta tarjeta de Gigabyte en el ámbito de resoluciones máximas.
Por último, y no menor, ejecutamos el Indigo Benchmark que demanda mucha atención del GPU para rendering. En Bedroom: 13.63 M samples/s y en Supercar: 31.24 M samples/s logrando en este último su mejor desempeño, aún contra la RTX 3080 Xtreme. Además, en ambos casos supera a su competidora RTX 3070 FE.
Realmente la RX 6800 XT para creación de contenido es una muy buena opción, tiene la fuerza bruta para hacerlo.
Gaming
Antes de ponernos a jugar, probamos con algunos benchmarks incluidos en los juegos para un comparativo a priori. En la resolución de 1920 x 1080 con todos los detalles al máximo, la RX 6800 XT de Gigabyte repunta con excelentes resultados, especialmente en el título de Borderlands 3 donde supera a la RTX 3080 Xtreme y empata con el Ghost Recon Breakpoint también en «Ultra».
Sin dudas 1080p ha quedado corto, y la nueva Radeon tiene mucho potencial para arriba que no se puede desperdiciar.
En juegos como el Need for Speed Heat a 1080p el promedio es elevado, con más de 124 fps con todos los detalles en Ultra. Ahora bien, mi curiosidad se enfoca en su desempeño en 4K. En este caso su comportamiento es competitivo y comienza a notarse grandes diferencias con la RTX 3080 Xtreme. En tiempo real, jugamos al Mafia Definitive Edition, Resident Evil 3, Marvel’s Avengers con promedios bienvenidos que invitan a disfrutar bastante bien los entornos con máximos detalles.
En Watch Dogs Legion por ejemplo, podemos activar o no el Microsoft DirectX Raytracing (DXR), una función introducida en la API de DirectX 12 que implementa el trazado de rayos, disponible desde la actualización 1809 de Windows 10. Por supuesto respecto a las tarjetas AMD, solo es soportado por la generación Radeon RX 6000. En 1080p, sin DXR obtenemos alrededor de 105 fps lo cual es un nivel agradable y superador. Con DXR el rendimiento se reduce a la mitad, a casi 54 fps lo cual demuestra lo demandante que resulta dicha características, ni hablar en 4K.
Un gran juego ideal para esta tarjeta es el Horizon Zero Dawn donde activamos todas las características en al resolución de 4K en este completo benchmark. ¿Qué cosechamos? Un promedio de 73 fps lo cual es bastante bien pero el mínimo no cierra para nada. Es recomendable mantener los controladores actualizados para un mejor desempeño y estabilidad en los juegos. Por cierto, el uso de VRAM, en esta oportunidad, no supera los 7GB.
Temperaturas
En modo reposo logra una excelente posición al apenas arrojar 39 grados mientras que reinar el silencio con los ventiladores apagados y las frecuencias al mínimo. Cuando comenzamos con el estrés ya sea jugando o ejecutando aplicaciones se acomoda en aproximadamente 70 grados, aunque hay algunos puntos de las placas un poco más calientes. Claramente el sistema de refrigeración que implementa Gigabyte para este caso cumple su función manteniendo las temperaturas adecuadas de trabajo. No obstante la arquitectura exprimida al máximo tiende a calentar (con OC), por lo cual es recomendable que se encuentre instalada en un gabinete con un óptimo flujo de aire interno.
Conclusión
Me deja una muy buena impresión la Gigabyte RX 6800 XT Gaming OC 16G con resultados que apuntan al sector de alto rendimiento como puede ser el gaming en 4K. En las pruebas sintéticas se ha manifestado con total superioridad demostrando ser capaz de alcanzar y arañar a una RTX 3080. Incluso en juegos también se mantiene en un nivel adecuado aunque mucho más alejado estando a la par de una RTX 3070 FE. Se nota que la resolución 1080p le queda chica en determinadas circunstancias ya que activando el DXR puede significar un caída brusca de fps ¿Vale la pena? Depende el título.
Una solución de video para gaming 4K.
En cuanto al modelo en cuestión de Gigabyte, su refrigeración es potente, silenciosa y con una estructura sólida que junto al Dual Bios, varias salidas de video y versión de OC tenemos una opción tentadora para elegir en el mercado de tarjetas de video. Sin embargo en la actualidad resulta complicado conseguir (hay mucha falta de stock) por lo cual a no perderse en el mar de precios injustos donde algunos se aprovechan de las circunstancias. En newegg figura a 850 usd.
En definitiva, es una tarjeta que deja un sello de rendimiento contundente y pone a AMD a la pelea en un rubro que por mucho tiempo ha quedado relegado a la competencia. ¿Recomendado? Por supuesto.
Lo Bueno
- Excelente rendimiento, se exprime al máximo la arquitectura RDNA 2.
- Calidad de construcción y componentes.
- Estructura de cooler avanzada y muy sólida.
- Edición con OC de fábrica.
- 16 GB de memoria.
- Dual Bios.
Lo Malo
- Un poco pesada.
- Ancho de banda de memoria limitado.