Por Bernardo Miretzky, Technology Manager, Spanish South America
Los famosos 4K ya son una realidad, los monitores con resolución Ultra-HD están llegando a precios accesibles para los jugadores y permiten experimentar un salto de calidad gráfica en aplicaciones de entretenimiento. Sin embargo, la resolución no tiene ningún impacto para la mejora de la fluidez visual, un factor fundamental para que los jugadores se sientan partícipes reales en los mundos virtuales que se ofrecen hoy en el mercado de entretenimiento más grande del mundo. Experiencias negativas como imágenes poco fluidas, superposiciones de imágenes (cuadros) y desfases en los gráficos no son atribuibles a la resolución, sino a la sincronización de la pantalla con la fuente de origen del contenido multimedia. En el último Consumer Electronics Show (CES) de Las Vegas, los principales fabricantes de monitores del mundo, anunciaron la incorporación de tecnología de sincronización dinámica o FreeSync en sus productos. Un conjunto de instrucciones que permiten dar fluidez y evitar los congelamientos de imágenes, cuadros superpuestos y la lentitud visual de los juegos. El resultado con esta tecnología es la reducción en extremo de la latencia y la ayuda en disminuir o eliminar los defectos visuales durante el juego o mejorar la eficiencia en la reproducción de video. Los principales desarrolladores de tecnologías gráficas como AMD están incorporando la característica de sincronización en sus tarjetas gráficas y controladores, lo que permite una “conversación” dinámica y sin interrupciones entre la consola o PC con el monitor. El lanzamiento de las nuevas pantallas habilitadas con FreeSync demuestra, además, la tendencia y compromiso de la industria con las tecnologías basadas en estándares abiertos y sin costos de licenciamiento adicionales, permitiendo una experiencia de juego mejorada a través de velocidades adaptables de actualización de pantalla que se sincronizan con la velocidad de cuadros de las tarjetas gráficas para todo nivel de público, tanto los que pueden permitirse máquinas de alto porte, como los que adquieren maquinas más accesibles con gráficos integrados dentro del procesador. Desde hace décadas, la industria del hardware de juegos ha buscado la manera de resolver este viejo problema de la pantalla causado por la descoordinación entre la tarjeta gráfica y el monitor. Estas interrupciones se producen principalmente en sistemas donde la GPU genera frecuencias de cuadro mucho mayores que lo que el monitor es capaz de procesar. La solución original a este problema fue la creación de VSync (sincronización vertical virtual), que reduce por software, la velocidad de fotogramas de la GPU ya sea a 30 o 60 FPS (cuadros por segundos) con el fin de suavizar los cuadros y reducir la posibilidad de errores producidos por la desincronización de frecuencia de actualización del monitor. Sin embargo, esta solución limita la verdadera potencia del procesador gráfico y aumenta la posibilidad de que haya repetición de cuadros durante el juego. Los cuadros fuera de lugar y los retardos en la imagen claramente no son del agrado de los gamers y muchos jugadores no encuentran satisfactoria su experiencia de juego. Muchos de ellos no saben qué es lo que está causando su juego entrecortado. Incluso invierten en equipos más costosos pensando en que el problema radica ahí. La tecnología de Sincronización Dinámica de Pantallas actualiza el monitor en los intervalos correctos cada vez que se genera un nuevo cuadro, coordinando perfectamente el envío de imágenes al monitor solamente cuando éste pueda reflejarlos correctamente tras el cuadro anterior. Cada vez que la GPU genera una imagen, el monitor está preparado para actualizarla. Esto crea la suavidad deseada de juego sin ningún tipo de desgarro gráfico o “tartamudeo visual” (tearing, en inglés), que tanto incomoda a los gamers.
Esta tecnología beneficia directamente a juegos con gran cantidad de imágenes y acciones, como lo son los shooters o juegos en primera persona.
Además de los juegos, esta característica también puede ofrecer mejoras en la reproducción de contenido multimedia. Hoy en día, estamos apuntando a desarrollos cada vez más específicos que permitan optimizar tecnologías que por separado muchas veces presentan incompatibilidades. Estamos en un camino a generar lenguajes que permitan aprovechar al máximo las características de distintos productos, haciéndolos “conversar” adecuadamente entre sí. Más información sobre FreeSync de AMD