No actualizar a software más reciente puede significar un ahorro en dinero pero también un gran riesgo según el último estudio de Avast Virus Labs. Windows XP, el ahora antiguo sistema operativo de Microsoft, es víctima de casi el 75% de todas las infecciones originadas por rootkits.
Los rootkits se caracterizan por filtrarse a través de agujeros de seguridad para lograr permisos administrativos en el equipo mientras se ocultan para evitar su fácil detección y hacen de las suyas, como robar contraseñas, modificar información, etcétera. Windows XP, lanzado hace casi 10 años atrás, es el principal objetivo para este tipo de malware, mucho más si consideramos las versiones piratas que se pueden descargar desde Internet – y para qué hablar de las versiones modificadas y auto-instalables. Esto es lo que dice Przemyslaw Gmerek, el investigador de cabecera:
Un problema con Windows XP es el alto número de versiones piratas, especialmente porque los usuarios no lo pueden actualizar dado que el software no puede ser validado por Microsoft Update. Por cómo atacan – y se mantienen – de forma profunda en el sistema operativo, los rootkits son el arma perfecta para robar información privada.
Otras cosas que determinó el estudio es que de todos los que usan Avast en sus equipos, casi el 50% está corriendo Windows XP, mientras que un 38% tienen Windows 7 y el porcentaje restante usa Windows Vista. Estos dos últimos son algo menos propensos a recibir ese tipo de malware, pero no totalmente inmunes y perfectamente un desliz puede dejar en jacke al sistema.
El consejo de siempre: tengan siempre andando un antivirus y mantengan actualizado su sistema; o mejor: déjense de descargar basura en Internet y navegar por páginas de dudosa procedencia. Si alguien tiene Windows XP SP3 no debería preocuparse si lo tiene al día, pero más vale que ahorre para actualizarse porque soporte no durará toda la eternidad.
Fuente: PC Advisor