Que les parece naves aereas realizadas por el jugador y completamente destructibles?, ballenas voladores?, entorno procedural a 40,000 pies de altura?.
Dentro de 72hs sabremos si es posible o no.
Snowed In Studios tiene 3 dias para poder financiar con éxito Windforge, su primer titulo original. Después de contribuir en el desarrollo de titulos tan importantes como The Sims 3 y Deus Ex: Human Revolution, un éxito de lanzamiento implica que podrán desarrollar de manera continua su propio contenido original en vez de concretar el sueño de otros.
Para aquellos que todavía no han escuchado de Windforge o de Kickstarter, el juego es un 2D sandbox side-scroller ubicado en el mundo de Cordeus. Los jugadores usan naves aereas para saltar de punto en punto desde una isla flotante a la otra buscando una fuente de energía para liberar a la sociedad de su dependencia del aceite de ballena aerea.
El camino de Kickstarter para enfrentar el objetivo de USD50.000 ha estado repleto de desafios, después de su exito inicial el proyecto se estancó en los USD15.000 por dos semanas.
«Hemos visto una opinion muy positiva y los participantes han sido muy generosos hasta ahora», dijo el Presidente y Co-Fundador Jean-Sylvain Sormany. «No hemos llegado a la meta final todavía pero si esta explosión de generosidad continua tal vez tendremos una chance». Sormany no tiene dudas de que una financiación del producto completo no dejará a los participantes desilucionados.
Pero el último jueves vió el comienzo de un incremento masivo de participantes que no se ha detenido por el momento. Cada dia hay varios miles de dolares sumados a la campaña mientras mas y mas participantes se suman.
En Windforge, las naves aereas no son compradas sinó intercambiadas y ganadas. Ellas son construidas desde cero, pieza por pieza, con recursos minados de este mundo completamente destructible. El sistema de construcción de WIndforge le permite a los jugadores construir cualquier cosa desde las naves mas pequeñas hasta enormes monstruos y verdaderas fortalezas aereas.
