A medida que se acerca el día de la pelea en la corte, más cosas aparecen sobre el caso de Activision versus West y Zampella. La última papita cuenta que la compañía que ahora tiene el control de Call of Duty se ahorró unos USD$32 millones con echarlos, casi lo que les “regalaron” al resto de ex-empleados para que no alegaran en la corte.
Un correo electrónico catalogado de Evidencia Interna cuenta que Jason West y Vince Zampella, los cabecillas de Infinity Ward hasta marzo 2010, tenían salarios y bonos que ascendían anualmente a los USD$16.5 millones por cabeza, dinero que seguro era para mantenerlos dentro de Activision por bastante tiempo.
El problema para la compañía, es que el correo incluye las grandiosas opiniones de Mike Griffith y Bobby Kotick, sombreros grandes de la mencionada compañía, respecto a la tensa relación que tenían con el dúo dinámico. El broche de oro lo tiran al final, cuando Mike dice que les están pagando demasiado dinero a mucha gente, y que necesitan bajar los pagos de los millonarios bonos, algo que Kotick quería ocupar en otros tratos.
Este 29 de mayo se verán las caras. Señoras y señores, tengan las palomitas de maíz a mano, porque esto se va a poner más explosivo que el último Modern Warfare.
