Para que vean el grado de simpleza, darle el sombrero a un alien es una de sus misiones.
Lo cual se festeja con fuegos artificiales.
Pintar una casa también, muy apropiado para los chiquitos y muy divertido, las micro-misiones cumplen con su objetivo a la perfección.
Cuando completamos suficientes misiones y obtenemos suficiente oro, podremos intercambiarlo en AI’s Toy Barn por juguetes.
Este escenario es el paraiso virtual de cualquier niño, aunque mal no sea la intención de los productores de crear la mentalidad de consumismo a temprana edad, lo cual no veo del todo bien y es la única parte del juego con la cual no me siento a gusto.
Aquí se puede pasear por una galería virtual de juguetes para todas las edades.
Todos los items piden cierto tipo de premisas para ser «comprados»
Aquí se puede ver como se pueden obtener incluso cartas de juegos, a medida que vamos avanzando en el juego.
Casi todas las misiones complejas de juego requieren de gran destreza, por lo tanto el juego va progresivamente elevando la dificultad para que no nos sea muy dificil todo de comienzo.
Nuestro personaje puede saltar, treparse, agarrarse de objetos y deslizarse.
Y también controlaremos a otros juguetes en nuestra travesía.
En este caso, llevar hasta 4 soldados al telefono, para obtener el control y llamar al celular.
Conclusión:
Toy Story 3 es un juego ideal para los mas chiquitos, el juego sigue las misiones principales de la película, aunque el estilo de juego como así también la forma de plantearlo es algo caótica, desde el comienzo, cada misión se encuentra como parte de un tablero, pero el juego carece de ese aspecto de «linealidad» que lo haría mas atractivo para los mas grandecitos, dando pie y rienda suelta a escenarios mas diversos para que los mas pequeños también se diviertan. El juego peca de tan solo este gran defecto y es que pretende satisfacer a los mas grandes como así también a los mas chicos y de esta forma, crea una especie de fórmula que no queda del todo clara para la mente de un gamer mas crecido (como es mi caso), no veo que el juego tenga un desarrollo entendible y posee demasiadas opciones para mi gusto, pero esto, a su vez lo hace atractivo para los pequeños que quizas no estén interesados en seguir una historia sinó mas bien jugar y divertirse un rato. Con un balance entre las dos posturas, Toy Story no nos volvió completamente locos pero si nos ha gustado y decididamente le gustará a los pequeños que es para los cuales el juego ha sido creado. Sin dudas recomendable para todo papa y mama que quiera que sus hijos se diviertan sánamente con un juego que en el cual no hay disparos, agresividad ni violencia (siempre y cuando empujar a un juguete graciosamente no sea considerado violencia), algo que realmente es dificil encontrar en juegos estos días.
