Plataforma de Pruebas e instalación:
- Intel DZ77GA-70K
- Intel Core i7 3770K
- Memorias DDR3 1333 MHz 4GB kit (2x2GB).
- Nvidia GeForce GTX 560 Ti.
- Fuente Sentey Hard Blue Power 1100W
- Disco WD Black de 640Gb.
- Sistema operativo: Windows 7 Ultimate
Ya estamos preparados para instalar el producto sobre la nueva plataforma Intel Ivy Bridge DZ77GA-70K junto al cpu Core i7 3770K lo cual resulta ideal para estresar al máximo posible al sistema.
Lo primero que hacemos es colocar el sostén (para Intel) en la parte trasera del PCB donde ubicamos los tornillos de sujeción sobre los orificios que indican el tipo de socket, en este caso el LGA 1155. Tarea muy sencilla si la hay.
Luego tomamos el aro metálico para sujetar la base del Water 2.0 (la bomba) y emplear cuatro tornillos screwless en cada punta para lograr la firmeza definitiva (previamente ajustando unos pequeños plásticos que indican el tipo de socket). Es importante anticipar hacia dónde apuntaran las mangueras ya que podemos obstaculizar otros componentes o incluso forzar de más las piezas del producto.
En esta ocasión, sin utilizar gabinete, vamos a ajustar los coolers en el radiador mediante los accesorios adjuntados en el packaging.
Si bien podemos emplear un solo fan, para mayor performance recomendamos los dos a pesar de aumentar su espacio de cobertura.
Por último conectamos los dos fanes al adaptador del tipo «Y» como así también la bomba al motherboard en cuestión.
Ahora sí, estamos preparados para iniciar las pruebas y verificar las temperaturas de trabajo.
Rendimiento:
Aquí tenemos al Core i7 3770K en modo reposo tanto en idle como en full donde la frecuencia stock es de 3.5 GHz. Por otra parte cuando aplicamos OC cosechamos configuraciones realmente avanzadas alcanzando casi los ¡4.9 GHz!
Cuando mantenemos el sistema en un estado reposo con frecuencias que disminuyan, como así también los voltajes, las temperaturas tienden a ser mucho más bajas especialmente en épocas invernales. Con Overclock ese valor asciende por cuestiones obvias llegando a un techo de 30 grados, un valor sumamente atrayente.
Ahora pasamos un segundo ambiente de trabajo donde todos los núcleos trabajan a su nivel máximo alcanzando los 67 grados cuando ese estrés, que no tiene tregua, se aplica con todos los núcleos operando al 100 % con OC lo cual resulta ser una temperatura más que bienvenida demostrando el gran rendimiento del water cooler de Thermaltake.
Conclusión:
Thermaltake ya ha tomado gran reputación a nivel internacional a través de sus diferentes productos y su división Tt eSPORTS de periféricos gamers presentando en este año su nueva serie Water 2.0 donde precisamente la revisión PRO contiene un radiador mucho más robusto con una excelente calidad y diseño aplicando materiales de cobre (sobre la base) y aluminio en su conjunto lo cual gracias a su alta tecnología de sellado logra prevenir efectivamente cualquier tipo de goteo del líquido refrigerante.
Incluye dos fanes de 120 mm con función PWM diseñados especialmente para acompañar y aprovechar la eficiencia del radiador de manera tal que el calor sea expulsado rápidamente. Sin dudas, observando nuestras pruebas hemos presenciado el gran nivel de desempeño tanto en configuraciones estándares como de overclock siendo este último concepto ideal para este tipo de producto, sobre todo en procesadores que lo permitan como el caso del Core i7 3770K.
Con un precio que puede rondar los 100U$$ (en USA), tenemos una solución refrigerante realmente atractiva y potente compatible con todos los sockets actuales del mercado que merece estar entre la alternativas de elección para nuestra plataforma.
Agradecemos a Thermaltake por habernos provisto el producto para su análisis.
Que bonito kit, hoy en dia los watercoolers no son como lo eran antes, vienen super compactos y listos para funcionar sin mayores complicaciones.
Así es tal cual, muy práctico la verdad.