Las redes inalámbricas Wi-Fi han ganado mucha popularidad desde su aparición y por muy obvias razones; pero como toda tecnología no está exenta de riesgos por lo cual actualmente son muy pocos los que no tienen protegida su red inalámbrica con una contraseña; pero ¿qué tan segura es esta? Esta pregunta es respondida gracias a un muy interesante artículo realizado por Tom´s Hardware hace algunos días.
La única barrera que protege nuestra privacidad en una red inalámbrica (y el uso de nuestro ancho de banda) es la contraseña de la conexión, y de la solides y complejidad de ella dependerá de cuan segura es nuestra red. Actualmente la encriptación WPA/WPA2 ha demostrado ser mucho más segura que la “vieja” WEP; pero los actuales métodos de hacking por CPU, GPU o los modernos métodos basados en la nube (Cloud) podrían derrumbar rápidamente la idea de seguridad que te proveían el usar esa idealizada como invencible contraseña basada en el número de pin de tu celular o en una elegante y rebuscada palabra extraída del diccionario que tan sólo muy pocos expertos en el manejo de la lengua usan muy raramente; claves basadas en una combinación de rebuscadas palabras y números tampoco mejoran las perspectivas; aunque las claves alfanuméricas que combinan lo anterior con caracteres en mayúsculas y minúsculas mejoran las perspectivas, pero no se comparan ante las claves que incluyen el uso completo de los caracteres ASCII. La longitud es otro tema muy importante pues claves con 4 caracteres o inferiores pueden ser derrotadas en cuestión de pocos minutos sin importar su complejidad, claves alfanuméricas con 6 caracteres constituyen algo de desafío aunque pueden ser derrotadas en pocos días, mientras que claves alfanuméricas con 8 caracteres o más podrían tomar varias décadas; mientras que claves alfanuméricas y ASCII con 12 caracteres o más podrían ser derrotadas quizá cuando ocurra el próximo Big Bang en nuestro universo.
Aquí algunos de los test realizados por Tom´s Hardware:
Fuente: Tom´s Hardware