Si bien las unidades de estado sólido (SSD) ofrecen almacenamiento masivo ligado a un gran rendimiento, siempre ha estado presente el fantasma del precio que evita su masificación en el mercado de los consumidores generales. Pese a esto, el CEO de SanDisk, Sanjay Mehrota, cree que este año 2012 “un punto de inflexión” para esta clase de dispositivos.
Porque además de la llegada del formato de portátiles delgados Ultrabook de Intel, que utilizan SSDs en su mayoría, se dice que habrá una baja de precios como resultado de la madurez en la tecnología de memorias flash NAND, lo que unido al buen desempeño de las unidades, harán de éstas un producto más irresistible tanto para usuarios comunes como para grandes empresas.
Así, se asegura que la demanda ya está aumentando y los modelos de SSD de tamaño reducido están ganando un muy buen terreno, impulsados por la tendencia hacia portátiles de menor grosor y que a la vez requieren de tiempos de encendido y vuelta desde la suspensión más reducidos, algo que sólo dichas unidades de estado sólido pueden otorgar.
Si a esto sumamos las inundaciones en Tailandia, que han subido el precio de los discos duros tradicionales, vemos que la brecha de coste entre ambas tecnologías está disminuyendo y los ensambladores y consumidores se decantarían definitivamente por los SSD este 2012.
