¿Cuándo fue la última ocasión que jugaste un título que no implicara disparar un arma de fuego o atravesar al adversario con una afilada espada? La violencia en los videojuegos ha despertado las más acaloradas disputas entre padres y políticos, detractores del entretenimiento digital que alegan temor por la perversión de la mente de sus infantes a raíz de las carnicerías de las que son “partícipes” a través de la pantalla.
Durante una entrevista, David Cage abordó el asunto de la violencia en los juegos, pero desde una perspectiva que evidencia la escasez de títulos que no recurren a esta temática para el desarrollo de la trama.
Considero que lo único que pretendo es ofrecer diversidad al medio. Quiero darles la oportunidad a las personas de comprar algo más que diez disparadores en primera persona, o RPG’s.
Cage se pronunció a favor de aplicar un esquema incluyente, tomando en cuenta las diferencias entre los jugadores y aceptando que no todos gustan de las mismas cosas. Así mismo, señaló también que los lanzamientos giran en torno a un sector en específico, lo que ha provocado el aumento de la violencia como principal móvil en los juegos.
Debe de haber juegos para todas las edades y gustos. Todo lo que sea posible con el entretenimiento interactivo debe ser explorado, y creo que no estamos viendo eso actualmente. La industria está muy balanceada alrededor de niños y adolescentes, (por lo tanto) está muy enfocada a la violencia.
El creador de Heavy Rain mencionó en declaraciones pasadas que la nueva generación de consolas no le interesa y que el problema de los videojuegos se encuentra en el plano de las ideas, no en el tecnológico.
Es indiscutible que los temas violentos imperan en la industria, tal vez no como fin, sino como medio para lograr los objetivos planteados en un juego. Sería interesante hacer un poco de memoria y sacar un porcentaje de cuántos títulos jugados recientemente no incluye armas o el hecho de matar para poder avanzar. Creo que en la mayoría de los casos siempre resultarían como la gran minoría.
Fuente: CVG
