Ken Levine, creador de la franquicia BioShock, soltó toda la sopa sobre lo que realmente pasó con la adaptación de su juego a la pantalla grande, un tema del cual no habíamos tenido noticia desde hace un año, cuando su director, Gore Verbinki, se bajó del carro por el disminuido presupuesto que Universal Studio estaba destinando al filme.
“Establecimos un acuerdo y, de hecho, la película estaba bajo la producción de Universal Studios con Gore Verbinski en la silla de director. Pero, lo que pasó, según mi teoría, fue que se proyectaba como una película muy grande, y Gore estaba muy emocionado con la idea de hacer algo oscuro, a lo que él denominó “hard-rated” (una película clasificación R con mucha sangre). Pero entonces The Watchmen fue estrenada, y aunque a varios les gustó la cinta, por alguna razón no le fue bien en taquillas, lo que probablemente hizo reconsiderar al estudio la decisión de invertir USD$200 millones en otro filme con clasificación R”, confesó el creativo durante una entrevista con la revista Edge.
Sin embargo, la decisión final de darle mate a la cinta no fue de otro más que de Ken Levine, que, tras ser consultado por la publicadora Take Two, decidió bajarle el interruptor al proyecto y descartar la idea… Al menos por ahora.
“Después de esto, los responsables dijeron: “Gore, ¿qué te parece hacer la película con USD$80 millones?”, pero para ese entonces ya había transcurrido mucho tiempo y Gore no estaba dispuesto a trabajar con esa cantidad, así que trajeron a otro director, pero ya no vi coincidencia en esa decisión. Take Two es una de esas compañías que le da toda la confianza a sus creativos, y cuando me dijeron “Ken, si quieres matar la película, entonces hazlo”, la maté, y así fue como sucedieron las cosas”.
Yo soy de esas personas que piensan que el cine y los videojuegos no deben de mezclarse, y la historia me la razón ya que con solo ver bodrios como Street Fighter, Resident Evil, Dead or Alive y Super Mario Bros seguramente la decisión de Levine fue la más acertada.
Fuente: Edge
