Hace poco Intel notificó a sus partners sobre sus intenciones de posponer el envío masivo de los próximos a ser lanzados procesadores Ivy Bridge. Aunque Intel sigue anunciando que el lanzamiento será a principios de abril, austero y con poco volumen, los envíos a los partners serán después de junio, según informaron los fabricantes de portátiles.
Ahora bien, todos saben que los procesadores Sandy Bridge no se precian de ser económicos y puntualmente este es el problema que tienen los fabricantes de notebooks más grandes del mercado, cuesta vender equipos de alto costo cuando la economía mundial se encuentra bastante debilitada por las crisis en el eurozona.
Intel tampoco juega mal sus cartas, ya que inteligentemente retrasa el envío masivo de sus CPUs Ivy Bridge para no quedarse con un gran stock de procesadores Sandy Bridge y así minimizar los riesgos económicos detrás de sus próximo lanzamiento.
Considerando que el retraso de Ivy Bridge es importante, podríamos pensar que de alguna forma esto podría beneficiar a Microsoft y perjudicar a los fabricantes de notebooks, ya que se espera que los tres primeros cuartos de este año 2012 no tengan mucho movimiento debido a que Microsoft lanzará Windows 8 en septiembre, que ahora coincidirá con los envíos en masa de Ivy Bridge.
Otro grupo de beneficiados son los fabricantes de controladores USB 3.0, los que hoy proveen el soporte para esta tecnología en todas las placas madre Intel, aunque una vez lanzado Ivy Bridge esto pasará al olvido y se esperaba que las ventas de estos controladores bajaran en un 20%, aunque con el retraso ahora creen que subirán un 50% mientras puedan.
Quién sabe si a mitad de año vemos otro retraso, pensando en que el stock de Sandy Bridge siga alto y no convenga enviar en masa Ivy Bridge.
