Mike Bell, jefe del área de comunicaciones móviles en Intel, lanzó duras críticas a la actual tendencia de los fabricantes por lanzar equipos móviles con Android y plataformas con procesadores de múltiples núcleos, como el Samsung Galaxy S III quad-core, los que no sólo serían poco aprovechados y algo inservibles, sino que incluso peores que un modelo con un sólo núcleo.
Y es que se argumenta que en Android no existe una solución de software que reparta en forma adecuada las tareas del sistema operativo entre los varios núcleos del procesador (scheduler), lo que provocaría un alza en el rendimiento. Lo que sucede, en cambio, es que Android realiza una sola tarea y cuando toca hacer otra el resto de las actividades se detienen, en lugar de utilizar el resto de los núcleos como es de esperarse.
Es más: mientras usamos un sólo núcleo, en términos energéticos las cosas andan de manera normal, sin embargo, al activarse un segundo, entonces ocurre que la fuga de poder es demasiado alta como para considerar esta característica como un beneficio, lo que no ayuda al rendimiento pero consume mucha energía, haciéndolo un desperdicio para la plataforma.
¿La solución? Primero, que Android aprenda a gestionar mejor y a repartir las tareas entre los diferentes núcleos, para que de verdad veamos una mejora en rendimiento. Y segundo, está lo que propone Intel: un procesador de un sólo núcleo mejor que el resto, como Medfield, que ofrece un desempeño superior a CPUs doble núcleo de la competencia simplemente porque se enfocan en mejorar un solo núcleo en lugar de integrar varios porque sí. Y eso tuvimos la oportunidad de comprobarlo en vivo y en directo cuando probamos el móvil Lava XOLO X900 con Medfield.
Fuente: electronista