Sin dudas que la aparición del nuevo API gráfico AMD Mantle, puso en evidencia lo desfasadas que están las actuales API gráficas Microsoft DirectX 11.2 y Khronos OpenGL 4.4, ofreciendo un mayor rendimiento y un mejor aprovechamiento de los múltiples núcleos de los actuales microprocesadores.
Una de las principales ventajas de Mantle por sobre DirectX y OpenGL es su menor dependencia del rendimiento mono-hilo del microprocesador, repartiendo la carga entre múltiples núcleos (hasta más de 12 hilos de procesamiento), contribuyendo a una experiencia de juego más fluida y menores latencias (no importa cuán rápido se terminen múltiples procesos secuencialmente, estos no igualarán la experiencia de múltiples procesos ejecutándose simultáneamente).
Direct3D (componente de DirectX encargado de la generación de gráficos tridimensionales) permitirá un gran nivel de control del hardware (acceso al GPU a bajo nivel) y no sobrecargará al microprocesador (CPU); gracias a su más inteligente manejo de los recursos, el que permitirá exprimir hasta la última gota de rendimiento en PCs, Consolas, Tablets, Smartphones y otros dispositivos móviles.
Microsoft afirma que la sobrecarga (del CPU) ha sido uno de los factores más frustrantes para los desarrolladores de juegos, causando una menor tasa de cuadros por segundo en las PC y una significativa menor duración de la batería en dispositivos móviles.
Las futuras versiones de DirectX y OpenGL reducirán en hasta 10 veces (o más) la sobrecarga del CPU, lo que beneficiará a usuarios de múltiples plataformas (tanto a usuarios de dispositivos móviles como de PCs/notebooks, incluso a los poseedores de microprocesadores algo antiguos).
Aún se desconoce la fecha de lanzamiento de las nuevas versiones de DirectX y OpenGL con soporte a funciones de acceso a bajo nivel.
Fuente: DSO Gaming
