David Jaffe, aparte de diseñar juegos como el nuevo Twisted Metal o irse de su propia compañía -Eat Sleep Play- para fundar otra nueva, también tiene tiempo para jugar otros juegos. Y opinar de los mismos, como sus nuevos dichos respecto de Uncharted 3 que aparecerán en la revista Edge en el Reino Unido.
Lo cierto es que es difícil encontrar gente que hable de Uncharted de forma moderada, no cayendo ni en el exitismo ni en el pesimismo solo por tratarse de una saga exclusiva. Pero Jaffe parece dar en el clavo con lo que ha sido Uncharted hasta ahora en sobremesa, juegos super lineales cuya maestría está en esconder esa linealidad a punta de una ejecución casi perfecta:
“Me gustaría ver que pasaría con la experiencia de juego si la abrieran un poquito. Pienso que sería un experimento interesante de ver, si es que pudieran mantener el maravilloso tono y sabor de la serie pero dándole al jugador un poquito más libertad para moverse”.
Hay algo que es imposible de negar -y en eso estoy totalmente de acuerdo con Jaffe-, y es que en Naughty Dog dominan totalmente el arte de la espectacularidad. Y que eso no se entienda como que la jugabilidad del juego se queda corta ni mucho menos; simplemente, la capa de maquillaje de Uncharted 3 no parece tan bien pulida como la de su segunda parte, una obra maestra por donde se le mire. De ahí que queda esa sensación de “podría hacerse algo más”, que a lo largo de todo Uncharted 3 se me hizo muy recurrente.
Quien sabe y The Last of Us mantiene los mismos valores de producción de la serie Uncharted, pero estira un poco las mecánicas de juego. Habrá que esperar hasta finales de año.
