Convengamos que la presencia de AMD con plataformas portátiles basadas en Trinity no ha sido lo que se esperaba, aunque esto da para un artículo completo, por lo que no abordaremos las posibles causas de esta situación.
Entrando en materia, este notebook reúne todas las características necesarias para ser considerado gamer, es decir, cuenta con un APU A10-4600M de cuatro núcleos basado en la arquitectura Piledriver (en realidad son dos módulos Piledriver con cuatro unidades de calculo de enteros), una pantalla de 15,6 pulgadas, un teclado steelSeries, sonido Dynaudio y una tarjeta de video discreta Radeon HD 7970M.
Hablando del rendimiento, la tarjeta de video discreta se ve asistida por el video integrado Radeon HD 7660G y aunque no son de la misma arquitectura (VLIW-4 para la 7660G y GNC para la 7970M) pueden operar en conjunto sin problemas. Por su parte, la HD 7970M realmente no se equipara con el rendimiento desplegado por la versión para PC de escritorio y según los muchachos de VR-Zone, su rendimiento se acerca al de una HD 7870.
Finalmente y en cuanto al almacenamiento, este notebook cuenta con dos unidades de estado sólido — también conocidas como SSD — 2 x 64GB Sandisk U100 SSD en RAID-0 para el sistema operativo y un disco duro Western Digital de 500GB para el almacenamiento masivo y por si fuera poco, tiene un chip Atheros Killer NIC para el WiFi, todo con tal de tener las menores latencias.
Del precio no se sabe nada, pero seguramente debería estar al mismo nivel de sus competidores con Ivy Bridge.
Fuente: VR-Zone
