Carta de un Marine por Java
Hoy me desperté pensando que seria un día como cualquier otro. Un día sin complicaciones, lejos de los problemas, lejos de mi pasado. Aunque mi pasado este cerca de mi trabajo.
Soy el Capitán John Miller, Marine de los Estados Unidos de America, actualmente trabajo en la base Militar NBVC en la ciudad de Ventura Country, recluto y entreno marines para las fuerzas. Pero hoy el deber llamo a la puerta. Hoy durante las 1000 horas, el comandante Marshal ordeno de inmediato que junto a mi escuadrón nos reportemos en su despacho.
Cuando recibí esta noticia era de imaginarse que algo malo me iba a pasar, no hay que ser genio para descifrar esto.
Sin anestesia, sin rodeos, directamente al grano, se nos ordeno prepararnos para una misión -Ultrasecreta-. Ordenada desde arriba, seguramente desde el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, o una orden presidencial, una orden que no podíamos declinar.
A las 1100 horas se nos dio información de la misión, a las 0800 horas recibieron a través de una frecuencia cerrada de trasmisión de los Marines, código Morse de un Marine, que se creía muerto en una misión de reconocimientos en tierras rusas el 10 de Noviembre del año pasado. Es estúpido que con tan solo esto decidan enviar otro equipo para rescatar a un soldado, pero este emitió la palabra clave del 10 de Noviembre. Era algo que no se podía ignorar e investigaron esta onda, provenía desde tierras Rusas, a un poco mas de 35 kilómetros de Oremburgo.
De inmediato emprendimos este viaje a tierras frías de Europa. A las 1800 horas ya estábamos en cielos rusos y a punto de largarnos en paracaídas. Caminamos más de 25 kilómetros, donde teníamos Visión del complejo donde se había lanzado la señal. Cuando el sol se oculto cubrimos posiciones, le ordene oficial Timothy Richard cubrirnos desde arriba, necesitábamos un ojo que nos vigile, y el era el indicado. El plan era infalible, plantamos c4 en las torres de transferencia del complejo para crear una distracción en caso que algo saliera mal, Richard dio de baja a 4 objetivos que observaban la zona, y solo quedaba ver en cuales de los apartamentos estaba el Soldado, después de cuatro intentos encontramos al Soldado, bañado en un charco de su propia sangre, todo esto no era mas que una emboscada por parte de los rusos, en el momento en que nos dimos cuenta de esto, los rusos rodeaban el lugar, así que no nos quedo otra opción, más que accionar la distracción, ésta nos compro un par de segundos para poder hacer unos disparos y correr mas adentro del complejo de apartamentos y ocultarnos en unos de ellos.
Durante el tiroteo con los rusos me petrifique, mi mente quedo en blanco, me venían recuerdos de la ultima misión donde perdí 3 hombres. Intento no culparme por eso, pero se que en el fondo, todo fue mi culpa. El Comandante John Anderson, único sobreviviente y antiguo compañero de la misión, me cubrió en todo momento, se que sin su ayuda ahora no estaría escribiendo esto.
Al recuperar mis sentidos pedí una actualización de estado, donde me informaron que habíamos perdidos a Stanley Jackson, Cabo Segunda Clase. A partir de ese momento no recuerdo mas nada, más que a mi compañero cubriéndome y yo con un disparo y una hemorragia grave en mi pecho.
Saben lo que dicen de nunca dejar a un soldado atrás? Creo que a veces estas cosas es mejor tomarlas con pinzas y tratar de sobrevivir a toda costa. Yo no era más que un vegetal, pero Anderson no me quería abandonar. Lucho en todo momento por mantenerme con vida y salir a salvo. Es a quien le dedico estas palabras, un verdadero soldado, a quien le deberé mi vida por siempre.
En este momento estoy en un un deposito de 2 por 2, ¿como llegue aquí? Arrastrándome y sin aliento, o por lo menos eso recuerdo. Trato de no pensar en todo este desastre, pero es inevitable preguntarme que le paso a Richard, si es que pudo salvarse, o si fue otra victima de esto a la cual la llamamos Guerra.
Deberíamos reflexionar con respecto a la guerra y es que de esto no ganamos nada. ¿Por que estamos luchando? ¿Para quien estamos luchando? Esta claro que no somos más que títeres para el gobierno. Donde perdemos la vida y lo único que ganamos es nada, donde los intereses económicos puestos sobre estas disputas dejan a más de 1000 familias sin padres. Ya sean Soldados o Inocentes que no tienen que ver en esto, todos somos números, todos somos invisibles. La guerra no es más que algo que solo debe aparecen en los Juegos, algo ficticio, sin victimas, sin líderes, sin armas.
Y para finalizar, nuestra mencion especial va para Mariam por su obra «Una tarde conoci a Limbo»
