¿Por qué es tan importante Big Data?
Diariamente se generan 3 trillones de datos, lo que incluye billones de impresiones, 204 millones de e-mails enviados, 47.000 apps descargadas, 100.000 tweets, 300 horas de video subidas a Youtube, 4.000.000 de búsquedas en Google, 3.740 imágenes publicadas en Instagram y 350.000 fotos compartidas en Whatsapp. Se trata de una gran cantidad de información, que se deben registrar, ordenar y clasificar para que pueda resultar de utilidad. Tal como decía el filósofo y científico inglés Francis Bacon, “la información es poder”. Además de saber encontrar el dato clave, es aún más importante conocer qué se puede hacer con él y poder aplicarlo para potenciar el negocio. Para implementar una estrategia de Big Data exitosa, además de implementar buena tecnología, es imperioso realizar un cambio cultural. Luego de descubrir patrones de conducta de sus clientes y sus sentimientos hacia la marca, la empresa debe estar dispuesta a modificar sus productos y servicios para satisfacer las necesidades y gustos de sus clientes. También implica la contratación de empleados con capacidades de programación, matemática, estadística y hasta management, que suelen ser difíciles de conseguir. Es un compromiso permanente que requiere mucho trabajo y hay que estar dispuesto a hacer para optimizar la toma de decisiones, alcanzar el éxito y continuar creciendo. El 80% de las empresas que han implementado políticas de utilización de Big Data, aseguran que les ha ayudado a tomar mejores decisiones estratégicas.
¿Cómo se hace?
Es necesario comprometerse con este nuevo paradigma y establecer políticas y procedimientos orientados a incorporar el concepto en el día a día de la organización. El proceso cubre desde temas específicos como programación (para la obtención de data), infraestructura (para almacenamiento y proceso), algoritmos (para la interpretación) e interfaces (para visualizarla) hasta la adopción y familiarización de los involucrados en la toma de decisiones para que se sientan cómodos y confiados en basarlas en esta fuente de información. Finalmente, no es más que la consecuencia lógica de la aplicación de tecnología al marketing (medir, medir y medir) y la evolución tecnológica misma, tanto en recursos, empresas y en la humanidad.