Esta vez tenemos la oportunidad de probar la Radeon R9 390 de la mano de ASUS perteneciente a su serie Strix con un sistema de refrigeración avanzado y de alta complejidad ideal para gamers que simpatizan por las tarjetas AMD.
Introducción
La Radeon R9 390 ya tiene su tiempo en el mercado y por cuestiones ajenas a nosotros recién tenemos la oportunidad de probar esta tarjeta de video, especialmente gracias a ASUS que tuvo la amabilidad de acercarnos un sample. Si ven nuestros artículos relacionados en nuestra sección de reviews de video, la serie Gaming Strix ya tiene su reputación donde se implementa refrigeraciones ultra avanzadas que mantienen las temperaturas en niveles aceptables sin sacrificar el silencio, de hecho lo ventiladores se apagan si determinado límite de temperatura no se supera.
La R9 390 de ASUS mantiene el concepto gamer de la serie Strix con una portada llamativa e incluyendo contenido del juego World of Warships de al empresa rusa Wargaming.
El packaging no es superior pero si aceptable donde incluye dvd con drivers/software, sticker, guía de instalación y adaptador de energía PCIe por sí la fuente carece de alguno.
Placa de video
Aquí tenemos a la flamante tarjeta de ASUS con un cooler similar a lo visto por ejemplo en la GTX 980 Ti, así de alto es el nivel de la presente opción de AMD. Es bastante pesada y presenta unas dimensiones de 30.5 x 15.22 x 3.95 cm por lo cual se requiere un espacio suficiente para su instalación.
Como hemos mencionado, el sistema de enfriamiento es realmente avanzado utilizando tres ventiladores de 90 mm con un tremendo disipador que cubre todo el frente del PCB sumado a los 5 heatpipes de cobres niquelado que tienen un grosor de 10mm cuya base de cobre hace contacto directo con el GPU. Para evitar mayores costos, parece que ASUS ha implementado el mismo sistema que en sus tarjetas Nvidia.
Con un radiador pesado, heatpipes gigantes y mucho hincapié en brindar el máximo rendimiento de la arquitectura resulta una obligación reforzar el PCB para que no se doble con el tiempo y ASUS conciente de ello implementa una placa metálica en la otra cara del PCB en su totalidad logrando así obtener una firmeza absoluta sin complicaciones.
Respecto a la alimentación de energía (8 fases), con un TDP alrededor de los 300W, necesita de dos conectores PCIE de 8 y 6 pin para funcionar correctamente y si a eso le sumamos que se trata de una edición de overclock sin dudas podemos decir que estamos en presencia de una placa super competitiva.
La tarjeta ocupa doble ranura en la PC donde se aprovecha para integrar la mayor cantidad de salidas de video posible. Contamos con un HDMI 2.0, un DVI-I y tres DisplayPort.
Plataforma de Pruebas
Componentes que acompañan al producto:
- Intel Core i5 4690K
- Memorias Corsair Vengeance DDR3 1866 MHz 8GB kit (2x4GB).
- ASUS Zabertooh Z97 Mark I
- Fuente Thermaltake Smart M1200W .
- Kingston SSD HyperX 240GB.
- Sistema operativo: Windows 10 Pro
*Aclaración: Las comparaciones no son exactas debido que los otros modelos no presentan los últimos controladores a la fecha.
GPUz
El GPU Hawaii de AMD tiene un proceso de fabricación de 28 nm con un total de 2560 shaders unificados con una velocidad stock de 1050 MHz donde se destacan sus 8GB de memoria GDDR5 (de la marca Hynix) trabajando a 1500 Mhz, con una interfaz de memoria de 512-bit. La placa de video es compatible con OpenGL 4.5 y DirectX 12. En el programa también figura que emplea la interfaz PCI Express 3.0 a 16x, soportado por la placa base de nuestro laboratorio.
Pruebas de Rendimiento
Procedemos a mirar el rendimiento de la tarjeta de ASUS en el 3DMark11 con un puntaje esperado con los últimos controladores, lo cual explica el salto sobre una R9 390X. Aquí podemos ver entonces que mantener los controladores actualizados es muy importante ya que además de arreglar problemas, mejora considerablemente la performance, especialmente en determinadas aplicaciones y juegos.
Continuamos con el Firestrike donde superamos la barrera de los 10.000 puntos de manera holgada confirmando que estamos en presencia de una placa de video competitiva para las actuales aplicaciones.
Vamos más allá y ejecutamos el modelo «extremo» donde también se desempeña apropiadamente siendo de gran ayuda los 8GB de memoria disponibles ya que esto permite poder subir detalles con las texturas aunque hasta cierto límite que tiene la arquitectura de AMD.
Otro programa exigente es el Unigine con una R9 390 con la frente muy alta arrojando casi 76 fps demostrando su gran capacidad de rendimiento en este tipo de situaciones. Las comparaciones no son exactas, pero da una idea de cómo se han mejorado los controladores de Radeon Software Crimson para esta revisión.
En la otra versión de Unigine también obtenemos un rendimiento competitivo donde los detalles altos con filtros no generan ningún tipo de penalidad excesiva, simplemente la R9 390 logra posicionarse bastante bien, superior a lo que podemos ver visto el año pasado con los primeros controladores lanzados al mercado.
Juegos
Un juego entretenido y demandante de Crytek, es el Rise Son of Rome con un promedio ligeramente por encima de los 30 fps con efectos muy altos. Se puede jugar bien pero tenemos ciertas limitaciones por lo cual hay que comenzar a retocar algunas opciones para obtener una experiencia totalmente placentera.
El Mad Max es un título muy bien optimizado y queda demostrado en las diferentes placas de video que hemos probado y aquí la R9 390 de ASUS se comporta perfectamente con alto promedio de fps y opciones elevadas.
En el último Tomb Raider, tanto en la API de Microsoft DX11 como DX12 el rendimiento de la tarjeta gráfica es bienvenido manteniendo la calidad alta.
Si en el mismo escenario comenzamos a activar los filtros tanto en DX11 como DX12 el promedio baja bastante pero es constante ubicándose aproximadamente en los 35 fps en la resolución de 1080p. Claramente la R9 390 de ASUS es un modelo que afronta sin problemas los juegos de la actualidad con un abanico de detalles aceptables para un gamer.
Calor…
Para mi gusto, la tarjeta sobre calienta un poco más de la cuenta a pesar de tener un sistema de refrigeración avanzado. Si bien el sistema de enfriamiento hace un perfecto trabajo, sin generar ruido cuando la carga es abundante, la arquitectura de AMD en este sentido genera calor y ASUS en este caso trata de mantener las temperaturas acordes especialmente si el GPU está oceado.
Overclocking
ASUS provee a sus usuarios la herramienta Strix para monitorear temperaturas, voltajes como así también modificar valores de rendimiento. Un software bastante estable, todo desde el sistema operativo, en este caso el Windows 10 Pro. Para los que no tienen mucha idea de overclock tenemos varios modos automáticos (Gaming, OC) para elegir.
Realizamos un breve aumento en la frecuencia del GPU, podemos hacerlo en las memorias GDDR5 pero no es nuestro objetivo. En el GPU pasamos de 1050 MHz a 1070 MHz.
El cambio a nivel percepción es nula pero queda clara la mejora en el puntaje, por ejemplo del 3DMark. En juegos difícilmente veamos un impacto que vuele la peluca pero es interesante saber que tenemos la oportunidad de aplicar esta técnica cuando sea necesario.
Conclusión
La Radeon R9 390 tiene su vigencia, más en el mercado latinoamericano donde ASUS aplica todos sus conocimientos y prestaciones para entregar una opción potente con un cooler de excelencia para mantener las temperaturas dentro de los parámetros admisibles sin sacrificar el silencio. De todas maneras la contra se da en su peso para ser una R9 390 pero es solo mi impresión, lo que si recomiendo un buen espacio en el gabinete para que el flujo de aire sel el más óptimo posible.
Rendimiento estable con buenos promedios de fps en juegos a 1080p.
El rendimiento en general ha dejado una experiencia placentera con muy buenos promedios de fps y la posibilidad de habilitar detalles a un nivel superior donde los 8GB de memoria GDDR5 acompañan de manera intensa. Su costo en relación a otras Radeon R9 390 puede ser superior pero tengamos en cuenta su valor agregado.
Lo bueno | Lo malo |
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