El tema del “Inicio Seguro” de Windows 8 es un tema más candente con el pasar de los días, especialmente porque a pesar de asegurar la máquina de malware desde el inicio del sistema operativo, bloquea todo el resto de software no-windows como Linux. Otra mecha acaba de encenderse gracias a Ross Anderson, profesor de Ingenería en Seguridad en la Universidad de Cambridge, que cuenta otras implicancias más allá que bloquear cosas.
Ross comenta que el monopolio que podría crear el “Inicio Seguro” es relativamente poderoso gracias a la inexistente regulación. Microsoft no sólo pasaría a controlar el mercado de software de seguridad que usa los tiempos de inicio del sistema operativo, que no es menor, sino también limitar la distribución de aplicaciones sólo a través del Windows App Marketplace, haciendo procesos como el Jailbreak necesarios si se logra. Eso es sólo la punta del iceberg.
La clave de Windows que tiene UEFI podría ser requerida por gobiernos – incluso como requisito para entrar al mercado del territorio que controlan – para instalar software de inteligencia de forma permanente, monitoreando a los usuarios y violando la privacidad. Dada la complejidad de UEFI, sería difícil o imposible retirar tales claves por parte de los usuarios, y desde ahí impedir la entrada de este software. Incluso se puede acompañar con alguna ley para forzar el asunto, con conceptos como “Derechos de Autor” y “Anti-Terroristas” siendo los primeros que se me vienen a la mente.
El tema de Inicio Seguro parece que es sólo una de tantas repercusiones de la capacidad que tiene UEFI para autentificar el software que corre e inicia en el equipo. Si tanto control ostenta el nuevo firmware, tanto peligro existe al no estar regulado, y tanto miedo puede provocar que caiga en malas manos, que más vale estar alejado de ese tipo de hardware hasta el momento. Eso además de firmar la petición de la FSF.
Fuente: TechPowerUp