Cuando se trabaja en el área de interfaces de usuario, es imposible no referirse al trabajo que hacen las compañías más importantes del planeta, como Microsoft. Es por esto que vale la pena escuchar a Stardock, empresa reconocida en el área, quien resumió sus críticas a los problemas que se ven en Windows 8, el nuevo sistema operativo para PCs y tabletas que viene con una segunda interfaz llamada Metro, además del escritorio tradicional.
Con el Consumer Preview ya disponible para todos, apareció una de las principales observaciones de los usuarios: no hay menú de inicio. Esto dejó perplejos a varios, generando toda clase de reacciones por el rediseño en general. Entonces Windows 8 tiene problemas, los cuales Stardock resume de manera muy directa y correcta en tres puntos que Microsoft debería tener en cuenta si no quiere fracasar con su nueva plataforma.
Primero, se debe permitir la utilización del escritorio de Windows sin depender de Metro. Porque hasta ahora, si estamos en el escritorio y buscamos ejecutar algún programa cuyo acceso directo no tengamos sobre el fondo de pantalla, debemos ir a Metro y buscar manualmente el nombre de lo requerido, para luego regresar al escritorio. Esto se repite también para otras funciones como acceder a la configuración del sistema, forzando un baile entre el desktop y Metro de ida y vuelta, el que según se sugiere, podría ser corregido.
Segundo, a Stardock no le agrada la manera de organizar aplicaciones estando en Metro, ya que Microsoft no permite agrupar las utilidades, sino que las muestra todas juntas con un título grande que las describe, siendo la única otra opción tener que esconderlas, para luego acceder a ellas sólo mediante el botón de búsqueda. Lo que se critica acá es la ausencia del concepto de carpetas, omnipresente desde los inicios de los sistemas operativos de escritorio y que incluso ha trascendido a las plataformas móviles más modernas, como iOS de Apple.
Finalmente, se ve con malos ojos la idea de Microsoft para que el usuario descubra nuevos elementos, botones y menús en la pantalla al posicionar el puntero del mouse en diferentes locaciones, iconos que a simple vista están ocultos y requieren de cierta exploración para que salgan a la luz. El usuario no está acostumbrado a tener cosas escondidas, y en general el método más aceptado es buscar a través de la vista, es decir, si yo quiero algo, busco con mis ojos en la pantalla hasta que lo encuentro, no moviendo el mouse por toda la pantalla hasta que se revele lo requerido.
Estas tres críticas de Stardock tienen mucho sentido, sin embargo, los puntos reclamados pueden ser vistos como algo negativo así como también positivo, ya que este nuevo aprendizaje de Windows 8 podría permitir fidelizar a los clientes, quienes se acostumbrarán tanto a la nueva interfaz, que no querrán dejarla, o les será algo traumático cambiarse de plataforma. Puede ser.