GPUz
Ejecutamos primero el conocido programa informativo e placas de video donde cosechamos datos interesantes de la arquitectura «Hawaii» con proceso de fabricación de 28 nm. El GPU presenta 160 TMUs, 64 ROPs, 2560 stream processors y 8GB de memoria del tipo GDDR5 de la marca Hynix con una interfaz de 512-bit. Claramente estamos frente a un modelo super competitivo destinado a satisfacer la demanda de entusiastas en resoluciones altas y detalles abundantes ya que la gran cantidad de memoria permite habilitar mayor cantidad de texturas.
La R9 390 presenta mejoras en relación a la generación R9 2xx, nada más que eso.
Ahora bien, ¿hay grandes mejoras respecto a la generación anterior (290 por ejemplo)? Básicamente la R9 390 ofrece un GPU Hawaii mejorado con mayores frecuencias de operación de fábrica, mayores frecuencias de memoria, mayor ancho de banda de memoria (de 384 GB/s) y menor consumo (TDP). Queda en evidencia que no hay una tecnología nueva e innovadora, se ha mejorado lo anterior lo cuál es bienvenido también.
Pruebas de rendimiento
Iniciamos la primera prueba sintética con la primera revisión DX11 en modo «performance» donde la R9 390 arroja un resultado inferior al que podemos encontrar en una GTX 780. ¿Es determinante? Claro que no, pero si nos brinda un parámetro de ubicación en este tipo de escenarios. A priori me da la impresión que para aprovechar al máxima esta tarjeta será indispensable elevar la calidad al máximo.
En el 3DMark compatible con DX10 el rendimiento no es notable, de hecho carece de sustento ya que no siquiera araña los 30.000 puntos. Seguramente con nuevos controladores tendremos mejoras al respecto pero queda claro que la R9 390 en este tipo de situaciones no se siente cómoda.
Ahora pasamos a la última versión del 3DMark donde el desempeño de la R9 390 toma la forma que debe tener con un puntaje muy alentador de casi 8500 puntos superando ya a la GTX 780.
La r9 390 es un tanque de batalla cuando se trata de competir en ámbitos exigentes y aquí lo comprueba ya que configurando el modo «extremo» de la aplicación FireStrike la tarjeta de Sapphire saca desde su interior todo su poder para arrojar más de 4800 puntos dejando si nada a la GTX 970. Me recuerda a las carreras de 100 metros de Usan Bolt donde gana al final.
Continuamos con el apartado de Unigine que hace uso intensivo del GPU y memorias, especialmente si elevamos la calidad. Con filtros la R9 390 saca una clara ventaja sobre otras soluciones arañando en esta oportunidad los 73 fps. Sin dudas es un producto de video muy competitivo que tiene todas las herramientas para sostener alta demanda por parte del usuario.
Nuevamente en el benchmark Unigine pero en el segmento «Valley», la R9 390 saca una clara ventaja con casi 70 fps demostrando su gran nivel en este segmento bajo el sistema operativo Windows 8.1 Pro.
Ahora pasamos al gaming donde ejecutamos varios juegos en tiempo real. Primero le toca el turno al Crysis 3 que a la resolución 1080p manifiesta un interesante desempeño frente a la GTX 970 aportando un promedio de 44.7 fps que resulta dentro de todo aceptable para jugar con los detalles al máximo.
En el Far Cry 4 la R9 390 de Sapphire se comporta de manera contundente superando la barrera de los 80 fps con tranquilidad seguida muy de cerca por la GTX 970. En estos casos se nota bastante las diferencias con otras opciones del segmento Mainstream.
En el juego Ryse la placa de Saphhire se comporta aceptablemente pero sin llamar demasiado la atención, aquí se acerca más a la GTX 780.
Como verán el comportamiento de la R9 390 Nitro va dependiendo del juego en cuestión, en algunos rinde más, en otros menos. Será cuestión también de ir actualizando los controladores para obtener mejoras pero queda claro cuál es su posicionamiento frente a otras alternativas gráficas.
Overclocking
¿Se puede overclockear más? Es la pregunta que me hice ni bien estuvo en mis manos y la respuesta es sí. Es cuestión de alcanzar el límite de la arquitectura Hawaii de AMD. Con una base de velocidad en los 1010 MHz, logramos elevar ese valor hasta los 1109 MHz (GPU mientras que las memorias pasan de 1500 MHz a 1600 MHz. Utilizando la aplicación ASUS GPU Tweak logramos incrementar de manera estable sus frecuencias sin demasiadas complicaciones.
Pasamos a ver si el incremento tiene un impacto fuerte en las pruebas ejecutando el 3DMark FireStrike con un notable resultado que traspasa los ¡9000 puntos! Con un poco de ayuda gracias a su capacidad de OC podemos apreciar todo su potencial.
En la prueba de Valley aumentamos el promedio arañando los 73 fps, nada mal para un OC que salió en pocos pasos. ¿Podemos aplicar más OC? No lo recomendaría ya que estamos a los límites de una rendimiento óptimo, no queremos exigir demasiado a la tarjeta y el calor que genera ya se hace sentir.
Calor…
La arquitectura de AMD Hawaii larga mucho calor pero es el gran trabajo de Sapphire que hace que la R9 390 mantenga temperaturas de trabajo admisibles. Por un lado en el modo reposo obtenemos un promedio de 32 grados mientras que en modo full, ejecutando el programa de estrés GPU Caps Viewer, cosechamos unos 64 grados. Resulta evidente que con OC podemos superar tranquilamente este límite y se nota el gran calor que genera en sus picos de gran estrés.
Sapphire se destaca en incluir un sistema de refrigeración realmente eficiente manteniendo muy buenas temperaturas de operación.
Conclusión
Sapphire nos hace llegar una interesante opción para usuarios que buscan una relación competitiva que pueda proporcionar grandes resultados sin tener que gastar una fortuna. Aquí es donde aparece la Radeon R9 390 para competir con la GTX 970 donde en términos de rendimiento van cabeza a cabeza si tomamos en cuenta la parte de gaming. Si bien la R9 390 Nitro tiene menor consumo que la R9 290 sigue siendo un poquito alto (tomando en cuenta los resultados que ofrece). En términos de diseño Sapphire ha hecho un buen trabajo utilizando componentes de alta calidad y un cooler con tres ventiladores muy efectivos, sin embargo queda la pregunta flotando ¿Hubiera sido bueno incluir un backplate? Si lo pensamos bien es un buen punto que hubiera sido favorable pero no es determinante en el producto final. Además incorpora el botón de dual-bios.
Indudablemente Sapphire deja una impresión gratificante con esta versión de la R9 390 Nitro incorporando un total de 8GB de memoria GDDR5 (el doble que la generación anterior) lo cual puede ser una de las características más notorias que puedas encontrar a simple vista. Para jugar es una interesante opción y sería un pecado no elevar los detalles ya que luego de las pruebas efectuadas podemos decir que es una placa de video para tomar en cuenta.
