Como saben la tecnología de vídeo Nvidia G-Sync, la cual llega integrada en monitores de alta gama o con lleva un gasto de USD $199 y destripar el monitor para integrarlo. “En pocas palabras”, ayuda a reorientar la sincronización de los frames de la tarjeta gráfica de una mejor forma de lo que es capaz de hacer el monitor. Un monitor equipado adecuadamente funcionará con un tasa de refresco variable sincronizada con el dibujo de frames de la GPU, evitando así los tartamudeos, los problemas de sincronización vertical, y disminuir el lag.
La única forma de demostrar dicha tecnología es filmar el contenido directamente a la pantalla con una cámara de 120 FPS y reproducir el vídeo a un 25% de su velocidad. Está claro que la tecnología funciona, pero es una tecnología muy cara, la cual no sólo necesita una inversión inicial de 199 dolares, ya que se necesita un elevado tiempo y conocimiento para su instalación, además de una tarjeta gráfica Nvidia GeForce GTX 600 Series o superior.
Los chicos de Digital Foundry han hecho lo anteriormente comentado, pudiendo ver como Nvidia G-Sync da un salto importante pero, por desgracia, no se comparó con la tecnología AMD FreeSync, la cual promete lo mismo pero mediante software y, lo más importante de todo, gratis.