Max Payne, como recordarán quienes jugaron a los dos primeros, era un third person shooter a la antigua. O sea, en otras palabras era “correr y disparar”, en una jugabilidad bastante directa y sin la preocupación de buscar coberturas o cosas por el estilo. Pero en los shooters modernos eso cambió bastante, y obviamente Max Payne 3 también tiene que adaptarse a riesgo de quedarse en el pasado, nenes.
Y el director de arte del juego, Rob Nelson, comenta en una entrevista a Gamespot que si bien “el núcleo de la jugabilidad de Max Payne se mantiene inalterable”, si agregaron algunas cosas nuevas. Principalmente, un zoom que se activa con el gatillo izquierdo y que permite disparar con mayor precisión, aunque a cambio la velocidad de movimiento se verá algo reducido. Sí, dichas mecánicas son similares a las de todos los juegos en tercera persona de esta generación, por lo que la novedad es casi cero.
No es lo único nuevo. Hay una característica de nombre “Last Man Standing” y que básicamente es algo así como una segunda oportunidad al morir: si Max tiene sus famosos painkillers a mano, al morir tendrá un par de segundos extra en cámara lenta para disparar. Y si logra bajar al enemigo que lo “mató” antes, recuperará un poco de energía a cambio de la píldora.
Seguramente a los más puristas y fanáticos de la franquicia los cambios les harán fruncir un poco el ceño, pero Rockstar ya ha demostrado que jugablemente siempre logra estar a la altura. El lema para Max Payne 3 parece ser adaptarse o morir, y aunque su jugabilidad clásica no parece que sea un problema en los tiempos actuales, hay que darle un voto de confianza a la gente del estudio. Ellos sabrán que hacen.
Fuente: VG247