Jugar es una actividad relajante y que también promueve nuestra rapidez mental. Cuando creamos una estrategia ante un contrincante, estamos aprendiendo nuevas opciones y nuestra mente se ejercita.
Hasta hace algunas décadas atrás los juegos de mesa se jugaban realmente sobre una mesa, entre varias personas que compartían un momento juntos en el mismo lugar.
Hoy en día, la tecnología nos permite disfrutar de una nueva versión de los juegos de mesa. Estas versiones se juegan en un ordenador con el uso de internet o en un dispositivo móvil a través de una aplicación. Naturalmente, siempre va a existir un contrincante virtual o real.
El encanto de los juegos de mesa
Desde niños jugamos a diferentes juegos que requieren de nuestra atención y rapidez para tomar decisiones. Siempre es divertido competir, pero cuando se lo hace en línea la adrenalina que despierta la competencia es aún mayor. Si quieres probar tus habilidades, juega aquí en juegos de mesa en línea para descubrir un universo lúdico diferente.
Las estrategias, la práctica y la ansiedad de ganar son condimentos indispensables cuando se juega en línea. Es fascinante descubrir como los juegos tradicionales se transformaron para llegar hasta las plataformas de juego, y como los diseñadores y desarrolladores crearon nuevas posibilidades e historias.
Tipos de juegos
Los juegos de mesa en internet se basan en los juegos tradicionales, por lo que su clasificación es parecida. Los juegos de mesa se dividen en diferentes grupos, de los cuales los más importantes son:
- De cartas no coleccionables.
- De cartas coleccionables.
- Wargames (juegos que recrean enfrentamientos).
- Abstractos (sin ambientación específica).
- Eurogames (de tablero).
- Ameritrash (temáticos).
Sabemos que los juegos de azar son juegos en los que hay posibilidades de perder o de ganar, y que esas posibilidades no dependen solo de las habilidades del jugador, sino que el azar es un componente muy importante en el resultado. De hecho, los resultados son siempre divertidos pero también didácticos.
