Microsoft ha iniciado importantes reducciones de empleos dentro de su división de juegos, lo que ha resultado en el despido de aproximadamente 1,900 empleados, lo que representa una reducción del 8% en la fuerza laboral de juegos de Microsoft, compuesta por 22,000 personas. Esta acción sigue a la reciente adquisición por parte de Microsoft del gigante de los videojuegos, Activision Blizzard, por la asombrosa cifra de $69 mil millones. La mayoría de los recortes de empleos se atribuyen a Activision Blizzard, con despidos adicionales que afectan al personal de Xbox y Zenimax/Bethesda.
Los despidos fueron confirmados oficialmente a través de un memo interno circulado por Phil Spencer, CEO de Microsoft Gaming. Spencer enfatizó el compromiso del liderazgo de Microsoft Gaming y Activision Blizzard de alinearse en una estrategia cohesiva hacia el futuro. Expresó gratitud por la creatividad, pasión y dedicación demostradas por los empleados afectados, haciendo hincapié en la dificultad de la decisión.
La razón detrás de estos despidos se cree que es multifacética. Si bien la reducción de costos parece ser un factor impulsor, la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft probablemente requirió una reestructuración para eliminar empleos redundantes. Los despidos son una estrategia común utilizada para optimizar operaciones, especialmente después de importantes adquisiciones en la industria tecnológica. Además, factores externos como la pandemia de COVID-19 en curso pueden haber influido en el proceso de toma de decisiones de Microsoft.
Las repercusiones de estos despidos van más allá de la reducción inmediata de la fuerza laboral. La industria de los videojuegos ha experimentado un aumento de despidos en los últimos años, creando inestabilidad e incertidumbre entre los desarrolladores de juegos. Los despidos agravan los desafíos existentes dentro de la industria, incluida la reducción de contrataciones, la competencia laboral intensificada y las preocupaciones sobre los derechos laborales. Las mujeres y las personas marginadas se ven afectadas de manera desproporcionada por estos despidos. Se destaca problemas más amplios de diversidad e inclusión dentro del sector tecnológico.
El impacto de estos despidos en la industria de los videojuegos aún está por verse. Sin embargo, subrayan la necesidad de cambios sistémicos dentro de la industria para abordar los derechos laborales y promover un entorno laboral más equitativo. Los esfuerzos para sindicalizar estudios han ganado impulso en los últimos años. Esto refleja una mayor conciencia sobre la necesidad de acción colectiva para proteger los derechos de los trabajadores y garantizar un trato justo dentro de la industria de los videojuegos. A medida que la industria enfrenta estos desafíos, los interesados deben priorizar el bienestar de los empleados. También la de trabajar hacia fomentar un ecosistema de juegos más sostenible e inclusivo.