El primer modo de jugador que Epic Games lanzó al mercado fue el Fortnite: Salvar al mundo. Bajo este formato, de pago y cooperativo, los jugadores deben hacer frente a un futuro en elque el 98% de la población humana ha sido barrida de la faz de la Tierra.
Las pocas personas que han sobrevivido a la catástrofe se han recluido y creado escudos para protegerse de unas tormentas que traen consigo monstruos antropomórficos capaces de exterminar a la raza humana. En el papel de comandantes, los jugadores abandonan la zona segura para ir en busca de más supervivientes, recursos y con el objetivo de levantar más escudos contra las temibles tormentas moradas.
Para reforzar este primer modo de juego en septiembre de 2017 Epic lanzó un segundo modo, esta vez de manera gratuita. Con Fortnite:Battle Royale, la desarrolladora abría su videojuego a los cientos de miles de jugadores de todas partes del mundo que esperaban con ganas poder probarlo. Y el éxito no se hizo esperar, en menos de un año en activo el videojuego ha conseguido cifras espectaculares en el campo del entretenimiento online, llegando incluso a tener más de 3 millones y medio de jugadores de manera simultánea.
La esencia de Fortnite: Battle Royale
¿Qué es lo que ha conseguido que millones de personas pasen largas horas frente a su monitor jugando a este modo de juego de Fortnite? Un planteamiento sencillo y efectivo. Bajo el subtítulo de Battle Royale, Fortnite nos traslada a un subgénero que tiene su origen en la novela del mismo nombre de Koushun Takami. El escritor nos traslada en su obra a un Japón que abarca mucha más extensión que la actual y cuya sociedad decide aliviar tensiones enviando a un grupo de estudiantes a una isla en un curioso juego de supervivencia en el que solo puede quedar uno. La novela fue llevada a la gran pantalla en el año 2000 con gran éxito y también ha dado pie a otras ficciones de igual corte, como la popular saga de Los Juegos del Hambre.
En la versión virtual de Fortnite el planteamiento es similar al de la novela de Takami: 100 jugadores son soltados en una isla y deben luchar por sobrevivir. No gozaremos de la ayuda de los siempre menospreciados personajes secundarios sino que mantenernos a salvo sobre una superficie que con el paso del tiempo se va reduciendo será trabajo nuestro. Para ello los jugadores cuentan con la posibilidad de construir diversas fortificaciones para protegerse de sus enemigos.
El juego permite, además, la posibilidad de realizar compras, ya sea a través de dinero real o de la moneda propia que se adquiere jugando, que aportan diferentes elementos a nuestros avatares virtuales. Sin embargo, uno de los puntos fuertes de Fortnite: Battle Royale es que estos elementos no mejoran en ningún sentido las habilidades de los personajes, sino que simplemente permiten aumentar la interacción con el resto de participantes. De esta forma, una persona que invierte dinero (real o virtual) en mejorar su avatar y otra que permanece con el predeterminado tienen las mismas posibilidades de ganar.
La supervivencia no es el único objetivo que deberán alcanzarlos jugadores. Fortnite: Battle Royale se divide en franjas temporales que reciben la denominación de “Temporada” y que duran entre ocho y diez semanas.
Durante este período de tiempo, se plantean una serie de objetivos que de ser cumplidos permiten al jugador desbloquear niveles, conseguir elementos decorativos y adquirir PaVos, la moneda del juego. En este sentido también existen los conocidos como “Pases de Batalla” que cuestan 10 euros y que permiten al jugador participar en más desafíos y conseguir mejores recompensas. Existen webs, como la de Fortfriend, en la que se ofrece información de las localizaciones más importantes de cada semana de la temporada.
Cada vez que se completan etapas en el juego se otorgan recompensas, por ejemplo, cuando se completan las fases de búsqueda o las misiones. Existen incluso recompensas secretas o inmediatas, una dinámica cada vez más común en los videojuegos para fomentar la participación y los premios, como en el caso del exitoso LordsMobile de IGG con las gemas o el programa Star Rewards de PokerStars con recompensa en estrellas.
La tremenda acogida que ha tenido este segundo modo de juego de Fortnite ha provocado que Epic Games decidiera abrir su producto a nuevas plataformas además de las iniciales: Windows, macOS, Xbox One y PlayStation 4. Así, en abril los usuarios de iOS fueron los primeros en poder disfrutar de Fortnite: Battle Royale en sus terminales móviles. En junio llegó a Nintendo Switch y recientemente ha dado el salto a Android. Eso sí, para este sistema operativo no está disponible su adquisición en la Play Store sino que se debe descargar desde la propia página web del juego.