Desarrollado por el estudio sueco Far Out Games y publicado por Konami, Deliver At All Costs se presenta como una propuesta indie irreverente y original que combina acción vehicular, simulación de entregas y destrucción física masiva, todo ambientado en una ciudad norteamericana ficticia de 1959. Con una estética que abraza el estilo de vida de la posguerra —rock ‘n’ roll, autos clásicos, anuncios radiales y una amenaza nuclear latente—, te pone en la piel de Winston Green, un mensajero con un carácter explosivo y un pasado enigmático.
Una narrativa con tintes de locura
La historia se divide en tres actos y sigue a Winston mientras su salud mental se va deteriorando, a medida que acepta encargos cada vez más extraños y peligrosos. Si bien el título prioriza la acción y el caos, también intenta profundizar en el desarrollo del personaje principal y su vínculo con la ciudad de St. Monique. A lo largo de las entregas, se desvelan detalles de la conspiración que rodea tanto al protagonista como a los habitantes de esta ciudad retrofuturista.
Sin embargo, este enfoque de la historia puede no ser para todos ya que se puede considerar que las cinemáticas ralentizan el ritmo y no están al nivel de la intensidad jugable, lo que puede llevar a omitir escenas importantes.

Jugabilidad: destrucción, entrega y física absurda
El núcleo jugable gira en torno a las misiones de entrega, pero con una vuelta de tuerca: la ciudad es completamente destructible. Podés chocar contra edificios, arrasar con tiendas, tirar columnas y causar daños colaterales que modifican el entorno y afectan directamente al desarrollo de cada misión.
El estilo recuerda a los primeros GTA, con un enfoque arcade donde lo importante no es llegar a tiempo, sino hacerlo de la manera más espectacular (y destructiva) posible. La física cumple un rol central: tanto los objetos como los peatones reaccionan con efectos, creando situaciones hilarantes, absurdas y a veces caóticas. La libertad para bajarse del vehículo, explorar a pie o incluso cambiar de medio de transporte (como una bicicleta) suma variedad al ritmo de jugabilidad.
Entre los encargos más destacados se encuentran misiones como:
- Transportar un enorme pez espada de 15 pies con movimientos caóticos.
- Llevar una bomba atómica inestable a través de la ciudad.
- Entregar una caja de fuegos artificiales que puede explotar si no se maneja con cuidado.
- Asegurar que cientos de globos atados al vehículo no se pierdan en el camino.
Cada misión está diseñada de forma artesanal, sin recurrir a generación procedural, lo que garantiza una experiencia única y controlada en cada segmento.

Deliver At All Costs: Un mundo interactivo y lleno de consecuencias
Uno de los aspectos más llamativos de Deliver At All Costs es cómo el entorno reacciona a nuestras decisiones. Romper cabinas telefónicas, por ejemplo, puede eliminar los checkpoints y obligar a reiniciar desde el comienzo. La destrucción tiene consecuencias tanto a nivel historia como jugable, lo que le da una capa táctica inesperada para un juego tan enfocado en el caos.
Los ciudadanos también responden activamente a nuestras acciones: pueden lanzarse contra el vehículo, protestar, atacar o simplemente salir volando tras una colisión. Esta interacción constante aporta una sensación de mundo vivo, impredecible y siempre cambiante.
Apartado técnico y presentación
Se logra capturar con éxito la esencia estética de los años 50: los autos, la arquitectura, la ropa y los anuncios radiales forman parte de una ambientación coherente, detallada y estilizada.
El arte combina una paleta de colores vibrantes con un diseño cartoon ligeramente exagerado, ideal para reforzar el tono humorístico y caótico del mismo. Las animaciones, especialmente las de destrucción y físicas, están bien logradas, aunque pueden presentar inconsistencias en situaciones de mucho movimiento.

Gráficos en PC
Deliver At All Costs corre sobre el motor Unity e incorpora iluminación dinámica y efectos de sombras que están cuidadosamente logrados, aportando una atmósfera que realza un estilo gráfico particular.
El título está bien optimizado. Los tiempos de carga son breves, la estabilidad es notable y los errores técnicos son mínimos, algo destacable para un juego basado en físicas complejas. Aunque exige bastante en resoluciones altas, funciona correctamente en equipos de gama media, recomendando una GTX 1660 para 1440p a 60 fps y una RTX 2070 para jugar en 4K con todos los efectos activados. Requiere 16 GB de RAM, entre 10 y 15 GB de almacenamiento y sistema operativo Windows 10 u 11 de 64 bits.
Música y sonido de Deliver At All Costs
El apartado sonoro juega un papel clave en construir su identidad retro-caótica. La banda sonora original, compuesta por Solid Sounds, captura la esencia del rock ‘n’ roll de fines de los años 50 con un amplio repertorio de música. A esto se suman anuncios de radio ficticios y actuaciones de voz en inglés.
El diseño de sonido no se queda atrás: los efectos ambientales responden dinámicamente a nuestras acciones. Desde el estruendo de una explosión en plena calle hasta el ruido de motores y la destrucción de objetos en pantalla. Esta fusión de música vintage y sonidos interactivos genera una atmósfera impredecible, reforzando la naturaleza descontrolada del gameplay.

Progresión y mejoras
A medida que completamos entregas, desbloqueamos mejoras tanto para Winston como para su vehículo. Es posible mejorar la resistencia del auto, acceder a herramientas para reparar daños o conseguir habilidades especiales que facilitan ciertas entregas. Esta progresión le da un sistema de recompensas que invita a seguir explorando y superando desafíos cada vez más complejos.
En general la experiencia es divertida, desenfrenada y distinta dentro del género de simulación de entregas. Su humor absurdo, la interacción con los NPCs y la libertad de destrucción son los aspectos más celebrados.
Conclusión de Deliver At All Costs
Deliver At All Costs logra destacarse dentro de los juegos indie gracias a su propuesta novedosa, destructiva y llena de personalidad. Lejos de ser solo un título de entregas, se trata de una experiencia caótica donde cada misión puede terminar en explosiones, persecuciones o situaciones completamente fuera de control. La fidelidad estética al período de 1959 y su enfoque en la física como motor del caos convierten cada partida en una experiencia impredecible.
Ideal para quienes disfrutan de los sandbox con alma arcade, el humor negro y la libertad de causar estragos. Este título tiene todos los ingredientes para convertirse en un juego de culto dentro del género.
Agradecemos a Konami por facilitarnos un código para su reseña.

Lo Bueno
- Jugabilidad caótica y divertida.
- Misiones creativas y variadas.
- Exploración con secretos y mejoras.
- Personalización del vehículo.
- Estilo retro atractivo y bien logrado.
Lo Malo
- Física irreal que puede no gustar a todos.
- Campaña corta (10-15 horas).