Cryorg revela su disipador Frostbit para los SSD con formato M.2, el cual planea presentar en la próxima Computex.
No importa como lo llames, si ahogamiento, estrangulamiento térmico, o thermal throttling -del inglés-, el concepto de la perdida de rendimiento de los SSD por llegar a sus extremos de tolerancia termicos esta en boca de gran parte de los entusiastas.
El estrangulamiento térmico ocurre cuando un dispositivo activa medidas de seguridad para evitar que la temperatura a la cual esta llegando, dañe de forma permanente el hardware. Casi todos los productos vienen dotados de estos mecanismos de protección en la actualidad, con la idea de mantener la salud y vida útil. Estos suelen ser difíciles de detectar si no se mantiene el estrés térmico constante, porque se activan y desactivan rápidamente.
Cuando se mantienen tareas extenuantes sin permitir la disipación de calor en tiempo, es cuando se ve afectado el rendimiento del SSD, específicamente durante tareas extendidas, como transferencias de archivos de gran tamaño.
Muchos SSD M.2 nuevos vienen con disipadores, fijos u opcionales, pero esos modelos suelen ser los más caros. Algunas motherboards también vienen con slots M.2 para SSD con algún tipo de enfriamiento pasivo incorporado, lo que ayuda. Si tienes una placa madre más economica o un SSD M.2 que viene sin un uno integrado, la Frostbit de Cryorig podría ser una buena solución.
El diseño Frostbit presenta un heatpipe «Ultra Thin» (ultra fino) incrustado en la base, que ayuda a distribuir el calor de los componentes del SSD de manera uniforme. El heatpipe de 6 mm más grande lleva el calor hacia el radiador pasivo, que tiene 38 aletas, desde ambos extremos del disipador más pequeño.
Como señala Tomshardware, no ayuda mucho si tienes una GPU que escupe fuego justo encima de tu M.2, y ese suele ser el caso. Desafortunadamente, muchas ranuras M.2 SSD están ubicadas entre las PCIe en la placa, lo que significa que tienden a estar enterradas bajo el calor residual de las placas de video. Eso también dificulta conectar un refrigerador pasivo voluminoso o uno de los bloques de agua más exóticos que se ven en el mercado para los SSD.
El disipador de calor es bastante pequeño, mide 72 x 27,3 x 57 mm. Notarás que la longitud de 72 mm no cubre por completo un SSD estándar con formato M.2 2280, que tiene 80 mm de longitud. En cambio, el enfriador está diseñado para cubrir solo los componentes en la PCB de las SSD y no interferir con el tornillo de montaje o la interfaz, que están en los extremos opuestos. Por supuesto, esto significa que el refrigerador no sería efectivo con SSD más largos.
El Frostbit pesa 56 g y puede disipar hasta 12 W, que es mucho más de lo que se puede conseguir con un SSD M.2 típico.
Cryorig aún no ha compartido los precios o la fecha de lanzamiento, pero prometieron mayor información en la Computex por llegar.