Al final vamos a tener unas cuantas excusas perfectas para empezar a jugar y no parar con los videojuegos. Un equipo científico de Nueva Zelanda es el que llevó a cabo la investigación.
Cómo seguro imaginan, SPARX no es precisamente un juego de batallas, ni de enfrentamientos ni de zombis. Más bien es un videojuego de fantasía con juegos en 3D y dicen que con una banda sonora hecha a medida. Enseña técnicas para tratar los síntomas de la depresión, como por ejemplo hacer frente a los pensamientos negativos, intentar resolver los problemas, relajación… Los adolescentes crean su avatar que viajará por siete provincias, con desafíos y puzles.
Lo han probado 94 adolescentes con síntomas depresivos de entre 12 y 18 años. A la vez, otros 93 adolescentes con los mismos síntomas siguieron el tratamiento tradicional en consulta. ¿Adivinan los resultados? Seguro que sí. El videojuego fue igual o incluso más eficaz que el tratamiento tradicional, reduciendo la ansiedad y los síntomas de depresión en al menos un tercio.
Además un 44% de adolescentes que jugó con SPARX se recuperó totalmente en comparación con el 26% de los que fueron a consulta. Y por si fuera poco este sistema resulta más barato, porque en realidad el programa es de autoayuda y los chicos que jugaron con el videojuego solo estuvieron en contacto con el médico al principio y al final.
Fuente: El Mundo