Y hasta que el litigio entre Blizzard y Valve por el nombre de “DOTA” llegó a buen puerto, especialmente para los involucrados y para los jugadores que se estaban abanderando por una u otra bandera. Y al parecer, de la mejor forma posible para ambos bandos.
La cuestión se resuelve así: Valve seguirá usando el nombre de forma comercial, y eso incluye a DOTA 2 y todos sus derivados. Por su parte, Blizzard podrá utilizar el nombre de forma no comercial, y esto incluye a su comunidad y los mapas que se creen para WarCraft III -hogar de DOTA por excelencia y naturaleza- y StarCraft 2. Sin embargo, parece ser que el mayor perjudicado con esto es claramente Blizzard, ya que el antiguo Blizzard DOTA cambia de nombre y ahora es Blizzard All-Stars.
“En Blizzard y en Valve reconocemos que, al final del día, los usuarios simplemente quieren jugar a sus títulos favoritos, por lo que estamos felices de haber llegado a un acuerdo que nos ayude a ambos a seguir enfocados solo en eso”,
dice Rob Pardo de Blizzard. Gabe Newell, por su parte, agrega que
“lo mejor de todo es que logramos llegar a un arreglo sin distraernos de nuestras tareas principales, que no son otras que crear juegos”.
Amiguismo al máximo.
Eso si, me queda la sensación de que es Blizzard la que al final termina perdiendo más. Total, en Valve van a seguir usando el nombre de DOTA como si nada, y menos, tuvieron que cambiarle el nombre a su juego.
Fuentes: Game Informer