Games
Ahora pasamos al desempeño en juegos comenzando con uno de los populares títulos del momento perteneciente a la saga Assasin’s Creed IV. Aquí la R7 260x manifiesta un promedio más que interesante sin perder pisada a la GTX 750 Ti donde la jugabilidad se mantiene dentro de los parámetros aceptables. No obstante para una mejor experiencia recomendamos bajar algunos detalles para subir ese promedio hasta un nivel que permita jugar cómodamente.
En el Bordelands 2, un juego muy popular y adictivo genera 72.5 fps para la R7 260X de ASUS siendo un valor bienvenido superando ampliamente a la Radeon HD 7790 como debe de ser. Hay que darle crédito a AMD con este lanzamiento siendo una tarjeta que ahora compite con dignidad en su segmento.
Sabemos que el Crysis 3 es un juego muy demandante que consume GPU y memorias donde disponer 2GB de memoria en la actualidad es indispensable especialmente si habilitamos texturas avanzadas en calidad y cantidad. Aquí el desempeño de la R7 260X es correcto pero sin llamar la atención.
En este benchmark DX11 cosechamos un promedio admisible de 55 fps aunque en esta situación nada puede hacer frente a la GTX 750 Ti. La R7 260X tiene la capacidad suficiente para sostener configuraciones altas dependiendo por supuesto de la aplicación pero las herramientas están.
Finalmente ejecutamos el Max Payne 3 con una jugabilidad más que satisfactoria igualando a la GTX 650 Ti Boost. Claramente la R7 260X es una solución para gaming tentadora.
Calor…
Nos volcamos en medir las temperaturas de trabajo del GPU donde la refrigeración DirectCU II de ASUS busca obtener la mejor relación de eficiencia. Por un lado el GPU en modo reposo cosecha aproximadamente 33 grados mientras que al estresarlo al 100% mediante el programa GPU Caps Viewer conseguimos tocar los 62 grados lo cual confirma el gran desempeño del disipador. Además se destaca el silencio y que trabajando a full casi no escuchamos a los ventiladores.
Overclocking
Si bien el producto ya viene con overclock de fábrica al tener velocidades mayores al de referencia, contiene capacidad para exprimir un poco más. Con la aplicación de ASUS GPU Tweak podemos monitorear y aplicar modificaciones al GPU y memorias de manera sencilla y práctica.
De los 1188 MHz iniciales logramos subir las frecuencias hasta alcanzar los 1208 MHz siendo un valor aceptable. No aumentamos más debido a que la estabilidad no era segura por lo cual nos quedamos con esta configuración.
La aplicación de OC tiene sus frutos, un ejemplo es en el 3DMark cuyo puntaje sintético ahora es de 4114 puntos ¿nada mal verdad? Gracias a la calidad de componentes de la tarjeta y su refrigeración tenemos la capacidad suficiente para mejorar un poco los resultados tanto en juegos como aplicaciones gráficas.
Conclusión
La R7 260X viene a cumplir con las expectativas que la HD 7790 dejo en el aire, brindar buen rendimiento en la mayoría de los casos compitiendo con la GTX 650 Ti Boost y GTX 750 Ti. Hemos experimentado que en algunos casos gana, otras empata y otras pierde por un gran margen aunque en términos generales logra un desempeño adecuado principalmente en juegos donde a 1920 x 1080 se comporta correctamente con detalles altos. Sus 2 GB de memoria ayudan bastante como así también sus frecuencias, sin embargo el diseño que propone ASUS es lo que genera el valor agregado con una refrigeración potente y silenciosa junto a componentes de gran calidad.
El OC también tiene su impacto siendo necesario tener instalado el GPU Tweak para una manipulación precisa de la placa de video.
La ASUS R7 260X DCU II OC tiene las características necesarias para brindar un rendimiento esperado en juegos sin gastar demasiado siendo suficiente para un gamer casual que busca gráficos aceptables. En este caso es un producto recomendado soportando las últimas tecnologías, bajo consumo y por sobre todo trabaja silenciosamente.