Uno de los mayores escándalos que está sufriendo el rumor sobre la PlayStation Orbis, supuesta sucesora de la actual PlayStation 3 con hardware x86-64, es su odio a las copias usadas. El mercado de segunda mano nunca le ha reportado ganancias a las grandes corporaciones, sólo a las tiendas y a los jugadores con una copia acumulando polvo.
Michael Pachter, el tipo de la bolita de cristal en la industria de los videojuegos, comentó que GameStop, una de las cadenas de tiendas de videojuegos más grande de gringolandia, podría derechamente no vender la consola como signo de venganza por la medida.
No permitir juegos usados en la nueva consola “sólo beneficiaría a Activision y EA ligeramente, y dañaría a GameStop un montón” dijo el cabezón. “Si Sony hizo esto de forma unilateral, puedo ver a GameStop negándose a vender la consola, y las ventas de la PS4 [PlayStation Orbis] sufrirán” como consecuencia añadió Pachter.
También se refirió a la competencia, porque si Sony decide mantener esta “característica”, podrían ver cómo los usuarios optan por otras consolas que sí permitan los juegos usados, perdiendo terreno en la guerra del entretenimiento. El resto es malo, pero no lo suficiente para seguir la corriente y desaprovechar todo ese mercado cedido.
Lewis Ward de IDC, otra firma de analistas, comenta que sería fatal para PlayStation Orbis. De tener una medida de seguridad o DRM para impedir las copias usadas “muchas contramedidas [jailbreak] aparecerían pronto para permitir jugar títulos físicos y digitales en la plataforma”. De hecho, copias de segunda mano son la única opción para jugadores más pobres, lo que alarma más la situación.
Raya para la suma, esto de las copias usadas equivale más o menos a revelarse contra GameStop, y los hackers que estarán a la orden del día para batir la seguridad de la consola. Esperen que a Sony se le mueva harto el buque si decide ponerse comercialmente agresivo.
Fuente: GameIndustry
