Cuando salió el primer Borderlands, por allá por el 2009, el gran Michael Pachter anticipaba que el juego iba a sufrir al lado de dos colosos como Dragon Age, de BioWare, y Modern Warfare 2 de Infinity Ward. ¿Por qué? La mezcla de estilos de Borderlands supuestamente le iba a jugar en contra: si era por los tiros, no tenía nada que hacer frente a Call of Duty. Y no era lo suficientemente RPG para competir con Dragon Age.
Pero el tiempo pasó y puso las cosas en su lugar, con Borderlands convirtiéndose en un mega exitazo para todos, prensa y jugadores. La secuela se prepara para llegar en un par de meses, y mientras tanto Randy Pitchford, CEO de Gearbox Software, se da tiempo para hablar de la fórmula de su juego. Fórmula que, para su sorpresa, todavía nadie ha copiado:
“Borderlands tiene cero competencia. Y de hecho estoy algo asombrado de que estamos a punto de lanzar la secuela y nadie nos ha robado o copiado la fórmula. Eso es raro, porque estamos en una industria donde la gente no hace más que copiarse unos a otros. No es que yo quiera que alguien lo copie, ni tampoco estoy lanzándolo como desafío.
Antes de que saliera el primer Borderlands teníamos un problema. Por una parte, necesitábamos gritarlo a todos los vientos para llamar la atención, porque era una nueva IP. Por el otro lado, no queríamos revelar nuestro secreto porque estaba bastante bueno y lo podían copiar.”
Siendo totalmente rigurosos, la fórmula de Borderlands no es absolutamente nueva ni especial, pero algo lograron hacer en Gearbox que capturó la atención de mucha gente. Y eso se puede ver con las expectativas para la secuela, que tiene a mucha gente esperando que llegue septiembre para ponerle las manos encima a Borderlands 2.
Una cosa es absolutamente indiscutible: en esta industria, todo mundo le copia al resto, tal como dice Pitchford. De alguna forma, Borderlands logró hacerse su espacio entre tantos clones, y eso es imposible de no reconocérselo al equipo detrás de Borderlands.
Fuente: Gamasutra