Luego de dos entregas que le dejaron a Team Ninja los bolsillos llenos de conocimiento y una fuerte suma de autoestima, la tercera parte de Ninja Gaiden llegó con más problemas que aciertos, situación que quedó grabada en la página de Metacritic, donde el juego apenas logró conseguir una calificación global de 58.
¿Qué fue lo que pasó ahí? Parece que hicimos una hamburguesa japonesa para occidente, fue la respuesta poco ortodoxa que dio Yosuke Hayashi, cabeza del estudio que se encuentra en el E3 para patrocinar la llegada del quinto título de Dead or Alive, así como el paso de Ryu Hayabusa por la nueva consola de Nintendo.
Siento que tal vez, como desarrollador japonés, necesitamos hacer buena comida japonesa. Eso es lo que las personas quieren de los desarrollares nipones. Lo que hacemos es una buena hamburguesa, pero quizá no es lo que se pide.
El problema va más allá de un simple tropiezo… y Hayashi lo sabe. Todo se origina a partir del dilema por el que ha atravesado el mercado del sol naciente los últimos años: juegos demasiado locales que no logran trascender a otras regiones.
Luego de ver las conferencias, (me percaté) de que no hubo muchos juegos japoneses de los cuales hablar o tratar. Pero tal vez si la industria se inclina por las superproducciones hollywoodenses, nosotros podemos ofrecer algo diferente.
Todos los desarrolladores japoneses están tratando de mantenerse a flote y haciendo todo lo posible para básicamente colocarse por encima del agua.
Para Yosuke Hayashi, estos esfuerzos tendrán que dar resultados tarde o temprano debido a la desesperación inmersa en todos los desarrolladores que luchan por salir adelante, así que las respuestas llegarán eventualmente.
Qué tiempos aquellos cuando Japón dominaba el mercado y la competencia se quedaba en casa. La respuesta debe ser la evolución y hacer lo que les sale mejor, hoy por hoy el único camino que existe para subsistir.
Fuente: Gamasutra