Como bien sabemos, ayer la Xbox original cumple una década desde su lanzamiento. La primera consola de Microsoft claramente no fue la gran ganadora de aquella generación -lugar reservado para la incombustible PlayStation 2-, pero para la gente de Redmond su triunfo propio no se trató de vender más consolas que la competencia, sino que establecer algunos parámetros que sirvieron no solo para la Xbox 360 sino que también para el resto de consolas next-gen.
Chris Lewis es el Vicepresidente de la división de Entretenimiento de Microsoft en Europa, y en una entrevista con Edge comenta que a pesar de que la visión original era el jugador más tradicional, también la idea era establecerse como una marca de entretenimiento, algo que ahora recién está logrando con la Xbox 360. “Pusimos un puerto ethernet en la parte de atrás de la consola porque teníamos una visión de lo que el mundo del juego en línea iba a ser en el futuro. Yo personalmente estaba muy emocionado, porque en la compañía no hacemos las cosas a medias”.
“Pero también sabíamos que necesitabamos establecernos rápido, porque iba a definir la forma de trabajar junto a nuestros socios. En ese sentido, fuimos pioneros en muchas cosas, y eso nos llena de orgullo. Quizás nunca nos hubiésemos imaginado los 57 millones de Xbox 360 vendidas, pero sí entramos al negocio pensando siempre en el largo plazo”.
Respecto a lo de ser pioneros, no hay mucha vuelta que darle. Abrieron el espacio del juego en línea consolero con Xbox Live, y eso quizás es uno de los logros más importantes -nunca mejor dicho- de Microsoft. Por otra parte, también de cierta forma homologaron la arquitectura del PC en una consola, y los frutos de aquella visión se han visto a lo largo de toda esta generación.
Sin olvidarse de los logros y las interfaces de usuario modernas. Hay otras cosas menos alegres también, pero esas dan para una discusión más larga; como sea, la industria de los videojuegos modernos es más competitiva y en general mejor gracias a la entrada de Microsoft.
Fuente: Edge