Actualmente en China se fabrican una amplia variedad de microprocesadores propios, pero basados en diversas arquitecturas, entre ellos tenemos a los CPUs Loongson (basados en la arquitectura MIPS y compatibles con los chipsets de AMD), iCube (basado en la arquitectura RISC), así como diversos chips basados en arquitecturas ARM y PowerPC.
Desde Xtreview nos informan que esta diversidad estaría por terminar, pues China desea concentrar sus esfuerzos en una única arquitectura nacional, la que se especula podría tratarse de un desarrollo propio (aunque ello podría tomar muchos años); o elegir entre los actuales desarrollos, lo cual es más viable pues pueden acceder a software común, y ello es uno de los factores de elección.
MIPS afirma sentirse muy confiada en ser la ganadora en esta materia, por lo que podría convertirse en la arquitectura nacional de China. Licenciar otras arquitecturas como ARM tiene altos costos; por ejemplo licenciar la arquitectura Cortex-A9 MPCore tiene un costo de US$ 5 millones.